Una de las grandes cualidades que suelen tener los receptores es su capacidad de analizar con rapidez lo que ocurre sobre el terreno de juego. Debido a las características de su trabajo, en el que las decisiones repentinas están a la orden del día y las responsabilidades nunca se detienen, es básicamente un requerimiento para ellos. Jesús Sucre, uno de los defensores más experimentados de la segunda posición del diamante en la Liga Mayor de Béisbol Profesional, ha demostrado por años que cuenta con esa habilidad.

Por eso, quizás no exista una mejor persona para explicar el repunte que ha tenido su equipo, Delfines de La Guaira, en la presente temporada. Luego de un lento arranque de campaña que parecía pronosticar otro año de decepciones para la franquicia, los dirigidos por Víctor Gárate tomaron un nuevo aire en las últimas semanas y ahora se encuentran en plena lucha por la primera posición de la tabla.

Indudablemente, la tórrida ofensiva del conjunto ha tenido mucho que ver. Los litoralenses cerraron la jornada de este sábado con el tercer promedio colectivo más elevado del circuito, además de ser segundos en jonrones y primeros en empujadas.

Pero más allá de lo que digan los números, Sucre considera que la reacción de su club va mucho más allá de las líneas de cal. Dentro del clubhouse, la actitud de los jugadores ha sido fundamental, en especial durante aquellas primeras de cambio en las que las cosas no salían muy bien.

«Para nadie es un secreto el equipazo que tenemos», señaló Sucre en declaraciones para el departamento de prensa de su combinado. «Tuvimos un comienzo un poco lento, pero por fortuna cada quien ha ido encajando en el equipo. Todo el mundo ha hecho el trabajo que tiene que hacer y adentro hay mucha armonía, es una familia. Todos están poniendo su granito de arena y se han visto los resultados», agregó.

Sucre, de 37 años de edad, no solo es un veterano del béisbol, sino también de la LMBP, participando incluso en el primer torneo que celebró la liga veraniega; sin embargo, el cumanés prefiere pasar páginas con la mayor rapidez posible, por lo que su experiencia con Delfines en 2025 no deja de ser una oportunidad dorada para él.

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«Contento con la oportunidad que me ha dado Delfines este año», indicó. «Gracias a Dios las cosas nos han estado saliendo mejor en los últimos juegos».

El buen desempeño de La Guaira en tiempos recientes también ha llevado a que el careta eleve su nivel de juego. Si bien nunca han existido dudas con respecto a su capacidad detrás del plato, el bateo de Sucre ha sido digno de destacar en las jornadas más recientes.

En los últimos 15 juegos del equipo, el otrora grandeliga ligó para un promedio de .378, que subió a .429 en los más recientes 10 cotejos y a .474 en los últimos siete.

«Me he sentido muy bien en los últimos juegos. He estado conectando bien la bola», reiteró.

Pero al final, para Sucre todo se resume en lo que se vive a puerta cerrada. Con tantas figuras de peso y recorrido en el béisbol, cualquiera podría pensar que hay una guerra de egos en el equipo. Nada podría estar más lejos de la realidad.

«Es una familia. Me siento bastante contento de estar en un equipo como Delfines. Los muchachos en el clubhouse siempre están muy contentos, hay mucho compañerismo. Eso es parte de la clave de lo que está viviendo el club en este momento. Esperemos seguir haciendo las cosas así para no solo llegar a la final, sino quedar campeones», finalizó.

Prensa LMBP