El trabajo de Simone Inzaghi en el banquillo del Inter de Milán ha llegado a su fin. Tras cuatro años, una temporada en la que pudieron haber obtenido el famoso «triplete» y terminó quedando con las manos vacías, ha hecho que sus caminos se separen.
El ‘nerazzurri’ estuvo peleando cuatro títulos empezando el 2025. En el mismo enero perdieron la Supercopa de Italia contra el Milán, su clásico rival, al que no le pudo ganar un solo encuentro esta zafra. En abril se despidieron de la Coppa Italia, también en el derby della madonnina.
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Recientemente, en la Serie A, perdieron el Scudetto al quedar un punto por debajo del Napoli. Sin embargo, la gota que derramó el vaso fue la final de la Champions League. Por el juego mostrado ante el PSG o por el aplastante 5-0, el partido en Múnich puso en jaque mate a Inzaghi, que se irá del Inter y, posiblemente, recale en el fútbol de Arabia Saudita.
No fue un despido, fue una renuncia. El mismo técnico italiano se abrió paso dejando una carta de despedida en su portal web. No quedará sin trabajo -su trabajo al frente de un gigante como el equipo lombardo lo respalda- y ya tendría una oferta del Al Hilal, que jugará el Mundial de Clubes, con un contrato que ronda los 30 millones por año.
Por el lado del Inter, ya suenan varios nombres para reemplazarlo en el banquillo. El principal candidato es el actual entrenador del Como, Cesc Fábregas, favorito sobre De Zerbi, Vieira y Chivu, leyenda del club. Sea quien sea, el que asuma tendrá poco tiempo si quiere competir y ganar el Mundial de Clubes, que tendrá al ‘nerazzurro’ debutando el 17 de junio ante Monterrey.