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Carrasco cumplió y va por el desquite

Recientemente se ha popularizado la frase “los sueños no se cumplen, se trabajan” y hoy más que nunca resulta propicia para hablar de Carlos Carrasco, que -después de un extraordinario Spring Training- finalmente se ganó su puesto en los Yankees de New York y está cada vez más cerca de cumplir aquel sueño de infancia, que hace algunas semanas parecía imposible.

El barquisimetano, que el viernes pasado celebró su cumpleaños número 38 años, recibió el mejor regalo posible, una nueva oportunidad de jugar al máximo nivel. Una que parecía imposible al final de la campaña pasada, cuando -luego de entrar en la lista de lesionados a principios de agosto por una distensión en la cadera izquierda- fue dejado en libertad por los Guardianes de Cleveland, equipo con el que comenzó su carrera en 2009 y se mantuvo 11 años, hasta 2020 cuando se mudó a la Gran Manzana para defender la camiseta de los Mets.

Había sido una temporada para el olvido, en la que dejó récord de 3-10 y una abultada efectividad de 5.64, tras 21 apariciones y 103.2 innings de labor. Casi un duplicado de su última experiencia con los metropolitanos, en 2023, cuando solo pudo ganar tres de sus 20 presentaciones y dejó un promedio de carreras limpias superior a 6.00. Y, claro, por eso cuando se presentó al campo de entrenamiento de Yankees se sintió como la última brazada, una oportunidad que no podía fallar.

Pocos creyeron que tuviese algún chance, pero eso no importó. Él confiaba en que podía ganarse un puesto, lo había trabajado desde antes, haciendo más de 15 sesiones antes de que siquiera abrieran los campos de entrenamiento, tenía un objetivo claro y lo logró. Cualquiera podría decir que se debe a las múltiples lesiones que están aquejando al pitcheo de los mulos, pero eso es insolencia. Un equipo como los Yankees no se queda con un mal lanzador solo para enfrentar una crisis, ellos tienen como sumar la mejor ficha disponible en el mercado, pero se decantaron por el venezolano porque lo que mostró en los entrenamientos fue verdaderamente impresionante.

Carrasco está en control de todos sus lanzamientos, el slider, el sinker, el cambio y la recta de cuatro costuras, lo está lanzando todo y todo funciona. Su confianza, claro, está a tope. “Se siente muy bien volver a lanzar como hace cuatro o cinco años”, dijo recientemente el popular “Cookie” , que está logrando superar las 90 mph. En el Spring Training terminó haciendo cinco presentaciones, cuatro de ellas cómo abridor, en las que completó 16 entradas de solo tres carreras, siete boletos y 15 ponches, dejó efectividad de 1.69 y un WHIP de 0.94.

Fue uno de los cuatro brazos de los mulos que consiguió al menos 15 entradas en esta primavera y solo él tuvo un promedio de carreras limpias inferior a 2.00. El primer objetivo se cumplió, ahora viene lo más difícil, mantenerse.

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