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“Supermario” en el radar de la Nave

La Teoría de la Relatividad es amplia y tiene múltiples interpretaciones. Pero para el fanático del deporte la traducción más correcta puede ser que: si eres realmente valioso para el juego, no importa cuánto tiempo estes activo, si es mucho o es poco, serás inolvidable. Y ese calificativo es ideal para referirse a Mario Lisson y su paso por Magallanes, porque aunque no jugó con los eléctricos tanto como se esperaba, su influencia marcó un precedente.

“Supermario” le llamaron y en las tribunas del José Bernardo Pérez de Valencia se comenzaron a ver figuras, carteles y fotos de Mario Bros. Podemos decir que la Mariomania se apoderó del beisbol venezolano. Y ¿cómo no?. Su carrera fue un antes y un después de Magallanes, equipo al que defendió en siete de sus 11 temporadas en la LVBP.

Con los turcos, equipo al que llegó después de un año con Águilas, consiguió 326 inatrapables, 53 de ellos jonrones, empujó 224 carreras y anotó 172. Pero además fue clave para el bicampeonato que se selló en 2014, año en el que también fue campeón del Festival del Jonrón Pepsi, luego de vencer -en una épica batalla- a Jesús Aguilar. Se convirtió rápido en toda una figura de la pelota venezolana y era un ejemplo de todo lo que estaba bien, porque era un buen pelotero, pero era mejor persona.

El anuncio de su retiro, en enero de 2018 dejó sin palabras a más de uno. Tenía apenas 33 años y acababa de protagonizar su mejor campaña ofensiva en Venezuela, bateando .295 con un OPS de .864. Era tan difícil pensar que daría un paso al costado que, al iniciar la rueda de prensa que se pautó en Valencia, bromeó diciendo que había pedido ser cambiado a los Leones y dejó a más de uno fuera de base. Pero todo cobró sentido al poco tiempo, cuando comenzó su carrera como coach de Ligas Menores con los Nacionales de Washington, organización en la que se mantiene hasta el día de hoy.

Ahora, ese rol que lo apartó de Venezuela podría traerlo de vuelta. El nuevo gerente deportivo de La Nave, Federico Rojas, está en los campos de entrenamiento de Grandes Ligas y, de acuerdo con el periodista Carlos Valmore, tendría pautada una reunión con Lisson. Aunque el motivo se desconoce, por supuesto la mayoría de los fanáticos ha comenzado a especular sobre la posibilidad de verlo en el cuerpo técnico, más ahora que se habla de una nueva era, en la que buscan reconectar al equipo con sus años mozos.

Ojalá las especulaciones sean ciertas y ojalá las negociaciones lleguen a buen término porque, honestamente, se necesita un staff que entienda lo que representa ser magallanero. Y así le evitan a sus fanáticos el guayabo de ver a sus insignias en otros equipos, como pasó con Endy Chávez o Edgardo Alfonzo, que volvieron al país en sus nuevos roles, pero con otros equipos.

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