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Ichiro víctima de un necio

“El malvado descansa algunas veces, el necio jamás”, dijo alguna vez un filósofo español. Y vaya que tenía razón porque, incluso en circunstancias donde las certezas son rotundas y no hay espacio para la duda, siempre hay alguien con ánimos de ir contra la corriente y eso solo puede ser calificado como una gran necedad. En la reciente elección al Salón de la Fama de Cooperstown hay un ejemplo muy claro.

Ichiro Suzuki se convirtió en el primer japonés en ser exaltado al templo de los inmortales del como parte de la Clase 2025, que completan los lanzadores CC Sabathia y Billy Wagner. Tal y como se esperaba la atención giró en torno al porcentaje de votos recibidos porque en realidad nadie tenía la duda de que la leyenda de los Marineros de Seattle iba a ser exaltado. Tenía el perfil perfecto para alcanzar la unanimidad, un honor que hasta ahora solo ha recibido el cerrador panameño Mariano Rivera.

Pero, para sorpresa de muchos, le faltó un voto para la unanimidad, recibió 393 de los 394 votos posibles, tal y como ocurrió con Derek Jeter en 2020, cuando su nombre apareció en 396 de las 397 papeletas. En este punto, no me cabe dudas que ese elector es un verdadero necio.

Ichiro Suzuki es uno de los mejores y más completos peloteros que ha pasado por el Big Show. Al debutar con 27 años cualquiera pudo pensar que no tendría la longevidad suficiente para sumar números que lo hicieran un inmortal, pero nada estuvo más alejado de la realidad.

Ichiro, que debutó siendo Novato del Año y MVP, conectó 200 o más inatrapables en sus primeras 10 campañas, todas con los Marineros, fue siempre convocado al Juego de Estrellas y ganó siempre el Guante de Oro. Pero además, en ese lapso recibió dos títulos de bateo y tres bates de plata. Y como si eso fuera poco se mantuvo nueve años más a un nivel que le permitió retirarse con un promedio vitalicio de .311.

En este punto resulta inconcebible que alguien con sus números, con la influencia que tuvo dentro del beisbol y con su comportamiento fuera del terreno de juego no sea un Salón de la Fama unánime. El nombre de la persona que lo privó de este honor quizás no se conozca nunca, pero ojalá su necedad permita perfeccionar la elección. Ojalá exista en un futuro un comité que pueda evitar estos fallos, sí 399 de tus 400 electores votó por un jugador, esa única persona que lo está privando de hacer historia tiene que exponer sus razones y tiene que tener una justificación sólida que avale su decisión.

Quizás así queden menos preguntas sin respuestas como en el caso de Jeter o Suzuki.

Quizás así sea más justa y correcta la exaltación.

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