La magia del deporte proviene de esas historias que inspiran a generaciones enteras. Un solo hombre que logre lo que muchos sueñan basta para avivar la esperanza. Y es eso, exactamente, lo que ha hecho Anthony Santander, que este viernes recibió el Premio Luis Aparicio como el venezolano más destacado de la temporada 2024 de Grandes Ligas.
En la carrera dejó atrás a grandes contendientes, entre ellos el tres veces campeón bate Luis Arráez y el novato sensación Jackson Chourio. Todo esto gracias a una campaña en la que hizo vibrar el este de la Liga Americana a fuerza de jonrones. Anthony, que se ha hecho mucho más popular desde su participación en el Clásico Mundial de 2023, se convirtió en el noveno venezolano que consigue 40 o más estacazos en una campaña, apenas el segundo ambidiestro nacido en Latinoamérica, emulando a Carlos Beltrán
Fue convocado a su primer All Star y ganó el bate de plata, luego de empujar más de 100 rayitas por primera vez en su carrera en MLB.
Sin dudas un año especial, del cual le cuesta hablar sin que se le haga un nudo en la garganta. Y es que realmente hay mucho sacrificio detrás de esta historia. Un hogar humilde, la necesidad de empezar de cero un par de veces, un estadio que se quedó pequeño para los enormes sueños de Anthony, muchas lesiones, hasta cuatro cirugías antes de firmar y una pelea aparte con su mente que incluso en alguna oportunidad le insinuó la posibilidad de renunciar.
Afortunadamente, a su lado siempre ha estado su madre, la mejor hitting coach y el bastón que lo sostuvo antes y después de la firma, el punto de inflexión en esta historia. Ocho años han pasado ya desde que el de “Agua Blanca” irrumpió en el llamado mejor beisbol del mundo y comenzó a echar los cimientos de una carrera en la que ya se registran 746 juegos y 695 hits, 155 de ellos jonrones.
“¿Qué te queda cuando ya lo has dado todo?, seguir trabajando… El trabajo duro paga”, esa es la reflexión del bigleaguer, al echar la mirada hacia atrás y pensar en el camino que ha recorrido para llegar a este punto de su carrera, en el que es reconocido como el mejor venezolano de la Gran Carpa e incluso marcará el comienzo de una nueva era, en la que los ganadores de este galardón tendrán su propia exhibición en el Museo y Salón de la Fama del Beisbol Venezolano. Un acercamiento a la inmortalidad.
No hay dudas, Agua Blanca y Venezuela entera están de fiesta, porque uno de sus muchachos cumplió el sueño que tanto atesoraba, llegar y mantenerse en la Gran Carpa, pero además está coleccionando hazañas que lo mantendrán vivo de generación en generación como aquel persistente jovencito que no se rindió ante las dificultades y llegó hasta donde siempre soñó.