No hay emoción más grande que aquella que nace en lo insospechado, en todo aquello que contradice el deber ser y resulta una sorpresa. El regreso de Bravos a la isla de Margarita para la temporada 2024-2025 del beisbol venezolano ha superado cualquier expectativa, porque va más allá del hecho de reabrir un estadio o reanimar a una afición, volver a casa desvaneció las dudas y, por primera vez, para sorpresa de muchos, los perfila como favoritos.
Los dirigidos por José Moreno son otros desde que llegaron a la isla y volvieron a poner un corazón en Guatamare. Desde que los recibieron en el aeropuerto, un día antes del ansiado debut, la afición les dejó claro que ya no estaban solos. Ese respaldo fue más que suficiente para reanimar a un equipo que apenas había podido ganar cinco de 13 compromisos.
Luego de sus primeros ocho juegos en casa, y un magistral récord de 7-1, escalaron del penúltimo al segundo lugar de la tabla. Y entonces apareció la duda ¿podrán mantener ese ritmo en carretera?, la respuesta fue abrumadora.
El sábado nueve de noviembre hicieron historia en el Forum de La Guaira, ese en el que fueron locales un par de años y vieron como siempre se les escapaba la clasificación. Ese que parecía que nunca jugaba a su favor. Ese que jamás pudieron llamar hogar. El panameño Abdiel Saldaña lanzó 6.0 innings en blanco, sin permitir hits, ni entregar boletos, lo único que lo alejó de la perfección fue un error del campocorto José Martínez. Moisés Gómez (1.2), Dedgar Jiménez (0.1) y Carlos Navas (1.0) siguieron su ejemplo al pie de la letra y completaron la hazaña: lanzaron el primer No-Hitter en la historia de los insulares.
Fue el No-No número 17 en la LVBP, apenas el quinto que involucra a dos o más lanzadores. El primero en 14 años, el primero desde el protagonizado por Anthony Lerew el 21 de noviembre de 2010 en el José Bernardo Pérez de Valencia, en medio de un Caracas-Magallanes que reunió a más de 15 mil fanáticos.
Todo resultó como un éxito taquillero de esos que desvelan a los amantes del cine. Detrás del home estaba el ex grandeliga Wilson Ramos, que juega este año su última campaña como pelotero profesional y que en su haber ya contaba con tres juegos de este calibre. Todos hicieron lo necesario para preservar la hazaña que le hace un guiño al buen beisbol y desmonta la teoría de que en esta liga ya no hay exhibiciones de pitcheo.
Hasta el primer peldaño de liderato de efectividad escaló Bravos para encontrarse con Cardenales y Magallanes. Al terminar la semana quedaron a solo medio juego del primer lugar que ocupa Tiburones y se preparan para iniciar una semana en la que todos sus juegos serán en su terreno, en Guatamare.
Claro, el beisbol es impredecible. Pero Bravos está protagonizando la mejor reacción de la temporada y, por supuesto, ilusiona a propios y extraños.