El Balón de Oro otorgado al español Rodrigo Hernández, jugador decisivo en la conquista de la Eurocopa con la selección de su país, en el dominio que ha ejercido en Manchester City de Pep Guardiola en la Premier League y en la primera Liga de Campeones obtenida por el equipo ciudadano en la temporada 2023 es un reconocimiento a una de las posiciones más determinantes en el fútbol moderno: la de mediocentro.
De ser un jugador con meras obligaciones defensivas, aguerrido, con gran despliegue físico para corretear a los mediocampistas rivales y meter pierna fuerte para cortar los ataques, el mediocentro se convirtió en el cerebro que equilibra, ordena y resuelve con inteligencia y habilidad los problemas en la zona de recuperación y gestación del fútbol.
En Europa, el mediocentro moderno que se planta delante la última línea defensiva para sacar la pelota desde el fondo de la cancha y comenzar la transición ofensiva, tocando en largo o en corto, acelerando o ralentizando el juego, tuvo en el neerlandés Johan Cruyff a uno de los principales gestores.
Como técnico del inolvidable Dream Team del Barcelona de la era 1988-96, Cruyff sembró la idea del mediocampista cerebral que primero tuvo como intérprete al alemán Ronald Koeman y luego a Pep Guardiola como las alcabalas que filtraban todos los balones en esa maquinaria catalana que ganó cuatro Ligas consecutivas y levantó en 1992 la primera Copa de Europa de su historia.
No es de extrañar, en consecuencia, que el español Rodri se haya consagrado Balón de Oro 2024, jugando a las órdenes de un maestro del mediocampo como Guardiola. El técnico catalán convirtió a Sergio Busquets en el mejor del mundo en su posición en el histórico Barcelona del falso nueve de Lionel Messi, y ha hecho lo propio con Rodri, quien mejoró la posición añadiendo una letal pegada para convertir desde media distancia o acompañar la segunda jugada para definir.
Desde su llegada al Manchester City en 2019, el mediocentro español se convirtió en la pieza que engrana todo el juego posicional y búsqueda del hombre libre que son el alfa y omega de la estrategia guardioliana. Rodri es la balanza que permite al City avanzar al equipo casi tomado de la mano, adueñarse del balón y ubicarse en el campo rival hasta someterlo con la movilidad de los jugadores para encontrar espacios ante defensas amuralladas.
La consagración de Rodri es un premio para la táctica y la inteligencia del juego ofensivo. El Balón de Oro 2024 reconoce la importancia de los jugadores que no están en el foco por sus goles, sino por su capacidad para ejecutar la estrategia como mariscales de campo y ganar las batallas con sus movimientos.