Una de las grandes noticias en la liga española en el tramo final del reciente mercado de fichajes fue la llegada, a cambio de unos 11 millones de euros, de Yangel Herrera a la Real Sociedad, procedente el Girona, donde había sido uno de los grandes líderes durante las últimas cuatro campañas, en las que el club llegó a las competiciones europeas por primera vez en su historia, quedando en una de las últimas posiciones de la Champions League el pasado curso. Sin duda, la llegada de Yangel hizo subir la cotización de la Real Sociedad en las casas de apuestas.
El sonado fichaje del centrocampista venezolano por el equipo vasco fue precedido de un verano de rumores sobre la posible salida de Yangel del cuadro catalán. El Girona se quería rearmar después de un curso difícil, y la Real Sociedad, también, ya que los de San Sebastián no estarán en Europa por primera vez en varias temporadas. En el equipo norteño, le dio la bienvenida a Herrera el lateral Mikel Aramburu, su compañero en la Vinotinto y ya uno de las figuras más destacadas de la Real Sociedad.
La presencia de Aramburu facilita la adaptación de Yangel, sin duda, pero, ¿qué puede aportar el centrocampista a un equipo como la Real Sociedad? Los realistas tienen calidad en el centro del campo con figuras como Sucic o el recién llegado Carlos Soler, por lo que el rol de Yangel va enfocado a algunas de las fortalezas del jugador; ser un centrocampista de los llamados ‘box to box’, de excelente despliegue físico y que pise ambas áreas. Yangel es un excelente rematador y su capacidad goleadora está más que consumada en el contexto de la liga española, por lo que parece claro lo que buscaba la entidad realista con la llegada del venezolano.
Será interesante ver la coexistencia de Yangel con algunos de los medios ofensivos del equipo, que, en algún caso, son de los jugadores más destacados de la plantilla, como Brais Méndez o Barrenetxea. Hay menos dudas sobre su compenetración con la gran estrella del equipo, un Mikel Oyarzábal que ya se queda fijado en punta, pese a ser, inicialmente, un media punta o extremo, y es que el internacional español trabaja bien con medios llegadores, como se puede ver en la selección española con Merino.
También hay mucho interés en Donosti por ver cómo colaboran un jugador fino y técnico como Carlos Soler y el Vinotinto, ya que se trata de dos perfiles muy complementarios y que deberían dar a la Real Sociedad muchas posibilidades ofensivas. Se trata, de hecho, de un binomio que ha despertado mucho optimismo en un equipo que no tendrá el desgaste de jugar cada jueves competición europea, como sí tenía la temporada pasada, así como uno de los centros del campo de más potencial atacante de todo el campeonato, especialmente peligroso en contextos en los que haya espacios en la parcela ofensiva.
Ahí radica, quizá, uno de los problemas potenciales de alinearlos juntos, y es que la Real Sociedad suele ser un equipo propositivo, que tiene mucho el balón y que le gusta controlar los encuentros mediante la posición, por lo que los espacios en el tercio final no son siempre fáciles de encontrar. Hay esperanzas de que el equipo donostiarra encuentre soluciones en esos contextos, a pesar de todo, ya que Yangel ya jugaba en situaciones similares en el Girona y el valenciano llega después de su paso por el PSG, por lo que sabe lo que es controlar los partidos con el balón, aunque no fuera lo que más hacía en sus años en el Valencia.