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Yadier viene por la revancha

Dicen por ahí que “chivo que se devuelve se esnuca”, pero también es bastante popular aquello de que “la venganza es un plato que se sirve frío”. Escojan ustedes el que mejor les guste para hablar del regreso de Yadier Molina a la LVBP, nuevamente para dirigir a Navegantes Magallanes tras el despido de Eduardo Pérez.

El puertorriqueño, futuro miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, asumirá el control del equipo la próxima semana, mientras tanto estará al mando el coach de banca Mario Lisson, que -a título personal- parecía un candidato ideal para quedarse definitivamente al mando. Si, es verdad que esta es su primera experiencia en el circuito local, pero él no ha parado de formarse como técnico en las categorías inferiores de Nacionales de Washington desde que se retiró en la campaña 2018-2019. En el último año se desempeñó como coach de desarrollo del Rochester, filial Triple A de los capitalinos.

Pero al final la gerencia quiso buscar alguien con un poco más de experiencia en las ligas del Caribe y se decantaron por Yadier, que claramente no es el mismo de aquella primera incursión con Magallanes. Entonces el puertorriqueño apenas tenía unos pocos meses de haberse retirado, todavía le costaba controlar sus emociones, dosificar la intensidad que lo caracterizó como jugador y entender que en muchos momentos se necesita mano zurda.

Al final se quedó corto. Es verdad que Magallanes clasificó a postemporada, pero en la cuarta posición, apenas dos juegos por encima de .500. Y ya en el Round Robin se quedaron muy cortos al terminar con récord de 7-9. En el encuentro con los medios tras el anuncio de su regreso el mismo dijo que en aquella primera oportunidad le faltaba mucho por aprender. Es diferente ahora. “Soy más maduro. La experiencia se gana en el terreno… Uno aprende, recibiendo golpes e insultos. Sabemos lo que tenemos que hacer. Estoy preparado”, dijo con seguridad en la rueda de prensa de presentación.

Y si algo ha tenido el puertorriqueño en los últimos años es roce competitivo. Dirigió a Puerto Rico en el Clásico Mundial 2023 y los llevó hasta los cuartos de final. En 2023-2024 se estrenó en la Liga Roberto Clemente y se proclamó campeón con los Criollos de Caguas. En la campaña siguiente se estrenó en la siempre exigente Liga Dominicana, nada más y nada menos que, con las Águilas Cibaeñas, equipo al que llevó hasta el Round Robin. De acuerdo con la página web de la LVBP y el periodista José Ángel Rodríguez, su récord es de 79-63.

Es claro que ha ganado experiencia y más importante aún tiene esas ganas de redimirse que son tan importantes a la hora de competir. El reto no es fácil, para nada. Magallanes está en el último lugar de la tabla con récord de 5-12, al momento en que se escribe esta columna, a cuatro juegos del último puesto que da un pase directo a la postemporada.

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