En la apertura número 500 de su carrera (sumando temporada regular y postemporada), Max Scherzer puso de manifiesto una vez más el aplomo y el temperamento que lo han hecho mantenerse 18 años en Grandes Ligas.
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Tenía un out en la sexta entrada, cuando el manager John Schneider se acercó al montículo para quitarle la bola a Scherzer, en lo que el veterano de 41 años le gritó un rotundo «NO», se quedó en el partido y acto seguido ponchó a Randy Arozarena para el segundo out del inning.
«Es por lo que uno juega», dijo Max Scherzer después del partido en declaraciones recogidas por Bryan Hoch de MLB.com. «Estás en el momento más grande de la temporada ahora mismo. Estos partidos son de ganar sí o sí, cada uno de ellos. Uno trabaja duro todo el año para llegar a este momento y para poder ganar en postemporada».
Cabe destacar que, el tercero de sus cinco ponches en la jornada representó el 174 de su carrera en postemporada y con el que dejó atrás los 173 de Roger Clemens para quedarse en el quinto puesto de todos los tiempos con 176, y siendo superado por Andy Pettitte (183), John Smoltz (199), Clayton Kershaw (213) y Justin Verlander (244).
Demostró ser un competidor
Sobre ese momento en partícular, Max Scherzer recordó: «Dije algo como, ‘Wow, wow, wow’, como diciendo, ‘No voy a salir de este juego’. Me sentía demasiado bien. Yo quería la pelota».
El manager John Schneider lo vio y «pensó que lo iba a matar», pero le agradó el momento, y esa confianza fue respondida con ese último ponche a Arozarena, un rugido y un golpe de puño.
«Cuando un futuro Salón de la Fama como él te dice que está bien. Pues lo dejas en el juego», dijo Vladimir Guerrero Jr.. Por su parte, el receptor Alejandro Kirk; que también estuvo presente en el momento, alabó sus dotes de competidor.
«Como todos lo vimos. Sabemos el competidor que es», acotó el mexicano. «Quiere pitchar y obviamente, no quería salir del juego. Dijo que se sentía bien y lo demostró».