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Abreu conquistó NY y Los Ángeles

El cambio de Bob Abreu a los Yankees tomó por sorpresa a muchos. Filis recibió a cambio a C.J. Henry y Matt Smith, mientras que a los mulos llegaron también Cory Lidle y Craig Wilson. En una nota publicada en ESPN en agosto de 2006, por Jayson Stark lo calificaron como “el cambio más disparejo de este milenio”. Pero, aún así, con más preguntas que respuestas, el venezolano se las ingenió para seguir brillando.

Había llegado a un equipo que suele tener los ojos del mundo sobre sus hombres y ahí estaban Derek Jeter, Alex Rodríguez y Robinson Cano. La presión era enorme, pero su talento también. En aquella primera contienda, en 58 juegos, ligó para .330 con siete jonrones y 42 remolques. Al año siguiente, en 155 compromisos, conectó para .283 y empujó 101 carreras, un registro que solo superaron Alex Rodríguez (156) y Hideki Matsui (104). Ese año algunos cronistas le dieron votos para el MVP. Tanto en 2006 como en 2007 jugó postemporada, pero no pudieron ir más allá de la Serie Divisional.

En 2008 jugaría su último año en el Bronx y terminaría también con un sólido promedio de .296, 20 jonrones y 100 empujadas exactas. Al final con ellos conectó 420 hits, empujo 243 carreras y estafó 57 bases robadas. En 2009, con 35 años, se uniformó con los Angelinos de Los Ángeles y entonces protagonizó su última campaña de 100 o más remolcadas. Bateó para .293 y otra vez consiguió votos para el MVP. Un año después tuvo su última gran exhibición de poder al sellar otra contienda de 20 jonrones, aunque su promedio cayó estrepitosamente a .255 y se supo que el final estaba cerca.

En 2012 dividió su tiempo entre los Angelinos y los Dodgers de Los Ángeles. Estuvo ausente todo un año y volvió para despedirse en 2014, entonces con la camiseta de los Mets. Y es que si decir adiós desde el terreno, planear ese último juego, es un honor que pocos tienen, pero que -sin lugar a dudas- él merecería.

Al finalizar su carrera de 18 años tenía 2425 juegos, 2470 imparables, 288 jonrones, 1363 carreras empujadas, 1453 anotadas y 400 bases robadas. Al comienzo de este año era el cuarto venezolano con más batazos de vuelta completa en Grandes Ligas, ahora con los ascensos de Eugenio Suárez y Salvador Pérez, es sexto. Pero sigue siendo cuarto en hits, tercero en remolques y segundo en anotadas. La consistencia fue su carta de presentación, completó nueve campañas con al menos 60 extrabases y 20 bases robadas o más. De acuerdo a Las Mayores, el único otro jugador con ocho campañas de ese tipo es Barry Bonds.

“El come dulce” marcó una época. Tan es así que en 2019 entró al Muro de la Fama de los Filis y es también un inmortal en Venezuela. El debate de si debe o no estar en Cooperstown pica y se extiende, pero de eso podemos hablar otro día.

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