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Giovanni Carrara, un espíritu indomable

Sin lugar a dudas la camada de venezolanos que llegó a las Grandes Ligas en 1995 fue muy exitosa, no solo fue la primera vez que 10 criollos hicieron su debut en el llamado mejor beisbol del mundo, sino que seis de ellos lograron jugar al menos 10 años. Hoy hablaremos de Giovanni Carrara, el muchacho de “El Tigre” que para muchos fue uno de los mejores relevistas venezolanos de su época.

Desde su debut, el 29 de julio de 1995, hizo ruido. No era un muchachito, de hecho tenía ya 27 años y cuatro campañas de experiencia en ligas mejores, pero aún así logró impresionar a propios y extraños. El derecho de los Azulejos de Toronto lanzó la ruta completa ante los Atléticos de Oakland y se apuntó su primera victoria a pesar de que aceptó hasta cinco carreras. Ese año terminó con 12 presentaciones, siete de ellas como abridor, y completó 48 innings y dos tercios de 39 carreras, 25 boletos y 27 ponches.

Al año siguiente volvió como parte del relevo, pero luego de 11 apariciones fue cambiado a los Rojos de Cincinnati, equipo con el que repitió en 1997, pero tampoco pudo consolidarse. En honor a la verdad esos primeros años fueron muy difíciles. Tan es así que estuvo ausente un año entero y 1999 vio acción solo en Triple-A. En ese punto cualquiera pudo haberse rendido, pero no Giovanni. Él reapareció en el 2000, ya con 32 años, para defender los colores de los Rockies de Colorado y entonces dividió su tiempo entre el equipo grande y Triple-A. No tuvo la mejor actuación, de hecho -en MLB- registró la efectividad más alta de su carrera, pero definitivamente algo cambió en él.

Giovanni se unió a los Dodgers de Los Ángeles en el 2001 y empezó a mostrar de lo que era capaz, actuó en 47 juegos, tres de ellos como abridor, y completó 85 innings y un tercio, en los que recibió solo 30 carreras, otorgó 24 boletos y recetó hasta 70 ponches. Todo esto para una buena efectividad de 3.16, que fue la segunda mejor del equipo, y un extraordinario WHIP de 1.13. Lo había logrado, había dominado su cuerpo y estaba listo para dejar su huella en MLB. La campaña siguiente tuvo registros similares, 63 compromisos, 90 entradas y dos tercios, efectividad de 3.28 y un WHIP de 1.26.

En el 2003 Giovanni probó suerte en la Liga Americana con Seattle, pero solo pudo ver en 23 juegos y sus registros no fueron los mejores. Decidió volver a Los Ángeles y ahí permaneció hasta el final de su carrera. En 2004 fue el segundo mejor lanzador del equipo con una brillante efectividad de 2.18, la mejor de toda su carrera. En 42 presentaciones lanzó 53 innings y dos tercios de 13 carreras, 20 boletos y 48 ponches. Esa fue la única vez que logró ver acción en postemporada. Al final de su carrera Giovanni tenía un total de 313 juegos, 18 como abridor, récord de 29-18 y efectividad de 4.69. Completó 472 innings y un tercio, en los que permitió 246 carreras, concedió 202 boletos y recetó 338 ponches.

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