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Un guante capaz de adaptarse a todo

El talento de los venezolanos en las Grandes Ligas siempre ha sido evidente, pero si es verdad que para consolidarse y prevalecer en el llamado mejor beisbol del mundo se necesita mucho más que eso. Inteligencia, disciplina, perspicacia y hasta un poco de suerte son algunas de las cosas que requieren los peloteros para construir una carrera exitosa en el Big Show. Para 1995 por primera vez en la historia 10 venezolanos hicieron su debut en MLB, elevando así la cifra total a 85. A la postre, seis de ellos pudieron mantenerse al menos una década y ganaron reconocimiento más allá de nuestras fronteras.

Hoy hablaremos de Tomas Pérez, nuestro eterno “Tomasito”. Una leyenda dentro y fuera de Venezuela, porque no olviden que es uno de los 10 bateadores que pudieron conectar 1000 hits en la LVBP. Pero, por ahora, vamos a hablar de su paso por el Big Show. El barquisimetano debutó en 1995, con la camiseta de los Azulejos de Toronto, cuando tenía apenas 21 años y disputó 41 compromisos. Entonces ligó para .245.

En sus primeros tres años se le veía con regularidad, pero en el 98 y 99 pasó la mayoría de su tiempo en Triple-A, jugando en ese lapso tan solo seis en Grandes Ligas. Para el año 2000, ya con 26 años, fue cambiado a los Filis de Filadelfia donde pasaría la mayor parte de su carrera sumando un total de seis contiendas y exhibiría una versatilidad defensiva envidiable. En aquel primer año disputó 44 juegos, siendo el tercer campocorto del equipo.

Un año más tarde jugó todas las posiciones del cuadro a excepción de la inicial y se apuntó hasta un par de juegos como jardinero. Entonces elevó a 62 sus apariciones y tuvo su mejor campaña ofensiva ligando para .304 con un OPS de .784. Repitió la dosis al año siguiente, apareciendo en 92 encuentros, esta vez jugando incluso primera y registrando un tercio como lanzador. Donde lo necesitas, ahí estaba. Esa fue la clave de su carrera.

En 2003 registró su campaña más larga con un total de 125 compromisos, la mayoría como antesalista y segunda base, bateó .265 y empujó 33 carreras. En Filadelfia se mantuvo hasta 2005, sumando un total de 504 juegos disputados, en los que bateó .249 con 279 inatrapables y 128 carreras impulsadas. En 2006, ya con 32 años, se unió a los Rays de Tampa Bay, equipo con el que también jugó todas las posiciones del cuadro y todas las posiciones de los jardines. En 2007 volvió a pasar todo el año en las menores y entonces supo que la tarea ya estaba hecha. Al año siguiente estuvo unos pocos juegos con los Astros de Houston, equipo con el que finalmente se retiró.

En total Tomasito disputó 789 compromisos en las Grandes Ligas, en 666 estuvo defendiendo, 240 como segunda base, 201 como campocorto, 171 en la antesala, 47 en la inicial, uno como lanzador y el resto repartidos en los jardines. Ligó 455 hits, incluidos 133 extrabases, impulsó 180 carreras y anotó otras 205.

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