La prolongada naturaleza de los inusuales problemas ofensivos de Kyle Tucker ha generado interrogantes desde hace varias semanas, sobre si la estrella de los Cachorros estaba jugando a pesar de un problema de salud. Sufrió una lesión en un dedo en junio, pero tanto Tucker como el personal del equipo le han restado importancia a eso como un problema persistente.
La noche del miércoles, el manager de los Cachorros, Craig Counsell, confirmó un informe de ESPN que afirmaba que Tucker había sido diagnosticado en junio con una fractura fina en la mano derecha, la cual se lesionó con un deslizamiento en la segunda base el 1ro de junio contra los Rojos. Las radiografías iniciales fueron negativas en lo que se describió como un dedo anular derecho lastimado, pero pruebas posteriores revelaron la pequeña fractura.
“Estuvo adolorido por un tiempo, pero pudo jugar”, explicó Counsell después de la victoria del miércoles por 4-3 sobre los Cerveceros. “Hicimos más estudios por imágenes y mostraron una pequeña fractura que estaba sanando. Y eso es todo. ¿Es posible que esto, al jugar a pesar de ello, cambiara algunas cosas? Sí, absolutamente. Creo que es probable que en algún momento sucediera. Pero, él quería jugar”.
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Tucker estuvo fuera de la alineación titular para el juego del miércoles, después de también haber sido dejado fuera para la barrida en la doble-cartelera del martes contra los Cerveceros. El objetivo era darle al patrullero derecho unos días libres para que se concentrara en su swing y tomara un descanso mental, sin la presión de un juego sobre él.
Tras irse de 4-0 en la derrota del lunes ante Milwaukee, Tucker cayó en una mala racha de 25-2 (.080) en sus últimos siete partidos. Ha bateado apenas .148 sin extrabases y OPS de .381 en 15 encuentros en agosto, mientras que su último jonrón fue el 19 de julio. En ese mismo período, la tasa de rodados de Tucker se ha disparado.
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