Muy claros se oyen los clarines que anuncian, a la vez, una huelga de peloteros y un lockout, o sea, paro patronal.
Como en todas las guerras no habrá ganadores, sino tres derrotados: los propietarios de equipos, los peloteros y el beisbol.
Los propietarios recalcan que no jugarán, a partir de 2027, hasta que la Major League Baseball Players Association entierre sus aspiraciones. Los dirigentes de los jugadores amenazan con que no habrá juegos durante años, todo cuanto sea necesario, hasta que desaparezca la amenaza del tope salarial.
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Ventaja de los propietarios.
Los propietarios tienen todas las de ganar en esta guerra, puesto que son dueños de las franquicias, y dueños de los contratos de televisión y publicidad, y manejan los estadios, por lo que pueden armar sus rósters con rompe huelgas, como ocurrió hace 31 años.
En aquella oportunidad, ya jugaban rompe huelgas, y la huelga no terminó nunca, había continuado, incluso por encima de las órdenes del presidente Bill Clinton y del Congreso Nacional, de que se reanudara la actividad en las Mayores.
La jueza Sotomayo acabó con la huelga.
Volvieron al juego, no porque terminara la huelga, sino porque la Jueza de Nueva York, Sonia Sotomayor, nativa de El Bronx, emitió una sentencia obligando a cantar play ball sin rompe huelgas.
Desde entonces, han firmado el contrato de trabajo sin mayores inconvenientes, pero hoy día, la dos partes se odian, como David y Goliat, como Caín y Abel, como Moscú y Washington.
Peloteros insultan al Comisionado
Por primera vez, en 105 años de existencia del comisionado, un pelotero se ha atrevido a insultarlo.
El slugger de los Phillies, Bryce Harper, de 32 años de edad, asistía a una reunión en el clubhouse de Philadelphia, convocada para oír un mensaje del comisionado Rob Manfred.
Hablaba el comisionado, y Harper lo interrumpió para advertirle:
“Si usted viene aquí a hablarnos de tope salarial, puede irse muy largo a su casa. No lo queremos en este clubhouse”.
Desde luego, insulto de malcríado, contra la máxima autoridad del beisbol.
Harper, en su décima cuarta temporada, cobra de los Phillies, 27.538.462 dólares por año y está firmado hasta 2031. Ha recibido como honorarios un total de 224. 669.231 dólares.
Esa malacrianza de Harper se considera el resultado de cómo el presidente de la Major League Baseball Players Association (Mlbpa), Tony Clark, ha preparado a sus afiliados contra el comisionado y contra los propietarios del espectáculo.
Sueldo de los peloteros cuando el paro de 1994.
El pelotero mejor pagado, cuando la huelga de 1994, era Bobby Bonilla, con los Mets, 6.300.000 dólares por temporada.
Y seguían: Ryne Sandberg, Cachorros, 5.975.000; Joe Carter, Blue Jays, 5.500.000; Rafael Palmeiro, Orioles, 5.406.603; Cal Ripken, Orioles, 5.400.000; Roberto Alomar, Blue Jays, 5.333. 334; Jack McDowell, Medias Blancas, 5.300.000; Jimmy Key, Yankees, 5.250.000; Kirby Puckett, Twins, 5.200.000.
Roger Clemens, Medias Rojas, 5.155.250; José Canseco, Rangers, 5.100.000; David Cone, Royals, 5.000.000; Ken Griffey, Marineros, 5.000.000; Barry Bonds, Gigantes, 4.984.300; John Smiley, Rojos, 4.975.000; José Rijo, Rojos, 4.875.000; Rickey Henderson, Atléticos, 4.800.000; Tom Glavine, Bravos, 4.750.000; Rubén Sierra, Atléticos, 4.700.000 y por último Gary Sheffield, Marineros, 4.625.000.
Juan Soto, firmó el año pasado, a los 26 años de edad, un contrato por 15 temporadas, con los Mets, hasta sus 41, por 765.000.000 de dólares, más 75.000.000 como bono.
Las pérdidas ahora serían incalculables.
Por supuesto, debido a esa huelga de 1994, ninguno cobró el dinero completo, solamente les pagaron hasta el 11 de agosto, que fue el último día con juegos.
Las pérdidas de ese entonces fueron de 1.000.000.000 de dólares. Ahora, una huelga de ese estilo, solo una temporada, costaría a propietarios y peloteros mil sopotocientos millones de multidólares.
¡Amanecerá y veremos!
Pelean por demostrar quiénes son capaces de protagonizar más disparates a la hora de los multimillones de dólares.