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Cal Raleigh cumplió uno de sus sueños de la niñez

Cal Raleigh se convirtió el lunes en el Truist Park de Atlanta en el primer receptor y bateador ambidiestro en adueñarse de la corona -en este caso collar- del Festival de Cuadrangulares, pero lo emotivo del asunto es que al lograrlo, cumplió uno de sus sueños de la infancia.

Y es que con ocho años se le vio, en un video que se volvió viral la semana pasada, diciendo «¡Soy el campeón del Derby de Jonrones!». Justamente su padre Todd, quien le lanzó durante la jornada, fue quien grabó el audiovisual hace 20 años con una cámara de mano.

«El video es una locura», reaccionó Cal Raleigh minutos después de ser premiado por la organización del evento, luego de vencer en la final al dominicano Junior Caminero por 18 cuadrangulares a 15, uniéndose también a Ken Griffey Jr. (1994, 1998, 1999) como los únicos peloteros de los Marineros de Seattle campeones del concurso.

«Quiero decir, no sé de dónde sacaron ese video en los archivos. Es algo surrealista. No piensas que vas a ganar. Ni siquiera piensas que te van a invitar. Luego te invitan. Y el hecho de que lo ganes con tu familia presente, es algo muy especial. Qué noche».

Encontró ritmo después de la incertidumbre de la 1ra ronda

En la primera ronda vivió uno de los momentos más dramáticos de la noche, cuando un cuadrangular (su más largo de la primera ronda) definió su clasificación a semifinales sobre Brent Rooker, con quien había empatado con la cuarta mayor cantidad de jonrones en el Todos contra Todos (17). En este caso, fueron apenas 0.8 pulgadas las que lo hicieron superar al jardinero de los Atléticos.

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«Dios mío, qué cerca estuvo», exclamó. «Es una locura. Si esa pelota queda una pulgada más corta, ni siquiera estoy entre los cuatro finalistas, lo cual es increíble. Así que supongo que tuve suerte. Fue como una galleta extra».

No obstante, Cal destacó como fue sintiéndose más cómodo en el plato con el transcurrir de la jornada, quedándose solo a batear a la zurda y evitando golpear la bola con efecto descendente.

«Creo que la primera ronda fue la más difícil, sinceramente. Tres minutos se sienten largos. De todos modos, hablé con mi papá y mi hermano, obviamente. Les dije: ‘Quiero batear de ambos lados.’ Pensé que sería algo genial, ganara o no. Por suerte, logré avanzar y me sentí más cómodo bateando a la zurda. Como teníamos chance de ganar, decidí quedarme con el lado que mejor funcionaba».

De igual modo, para su padre y su hermano Todd Jr. (quien le recibió detrás del plato), fue una experiencia totalmente enriquecedora ser parte del logro del actual líder en cuadrangulares de la temporada regular (38). Un momento que sin duda guardarán como familia para toda la vida.

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