“Papa Dios no nos da la vida… Solo nos la presta durante unos años”… Joseph McKadew.
Hoy, como todos los martes, y mañana miércoles, son Días del Correo. Si me escribes, no olvides enviar tu nombre completo y la población o ciudad desde donde lo haces. Gracias.
He recibido 114 mensajes acerca del caso de Julio César Piñate, el adolescente a quien, por ser homosexual, su padre, Francisco Piñate, de Valencia, Venezuela, lo echó a la calle. 92 piden hasta presidio para Francisco. 22 dicen que habrían hecho lo mismo que él. Éste, de Héctor Marcano, de Adelaide, Australia, es uno de esos correos:
“Tu columna del 24 de Junio, sobre la carta de Julio César Piñate, es en mi opinión, la mejor que jamás hayas escrito. Es una lección de vida. Vayan mil bendiciones para Julio César y para tí”.
Amigo Héctor, muchas gracias en nombre de Julio César y de parte mía.
Mauricio Labori, de Pampatar, pregunta: “¿Dónde puedo encontrar información sobre el juego salvado por Mitch Williams, sin hacer ni un lanzamiento?”.
Amigo Riccio: Trata en internet por “MLB, juego salvado sin tirar una para home”.
Rogelio Casadiego, de Edmonton, Canadá, pregunta: “¿Por qué Ud. publica que el primer juego de beisbol fue realizado el 19 de junio de 1846, en el Elysian Field de New Jersey, y ahora encuentro una publicación afirmando que fue el 25 de abril de 1823, en Manhattan?”.
Amigo Yeyo: Cuando cito al juego de 1846, insisto en que fue “el primero bajo las Reglas escritas por Alexander Cartwright”. Antes se jugó mucho beisbol con Reglas improvisadas para cada encuentro.
Y antes de 1823, llamaron base ball a ciertos juegos europeos. Porque, desde el 21 de noviembre de 1620, cuando atracó el buque “Myflower” en lo que hoy son costas orientales de Estados Unidos, se ha bateado y fildeado y se han corrido las bases aquí, porque los 102 peregrinos protestantes, que huían de las persecuciones por religiones en Europa, imitaban así a sus juegos, cricket y rounders.
Te agradezco que me hayas leído con tanta atención y entusiasmo. Y sí, la historia del beisbol es apasionante.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.