El Mundial de Clubes cerró su primera ronda, la Fase de Grupos, y avanza hacia los Octavos de Final, aunque con una falencia que la propia FIFA sabía que llegaría, las pocas ventas de entradas.
De acuerdo con AP, el evento tuvo más de un millón de asientos vacíos. La misma agencia indicó que aproximadamente el 56,7% del aforo indicado se llenó para los 48 partidos de la fase de grupos. Con 3.412 y 6.730 espectadores en Orlando, Florida, y 5.282 y 8.239 en Cincinnati.
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El mismo medio señala que la asistencia total anunciada fue de 1,67 millones, frente a una capacidad de 2,95 millones, para dejar un promedio de 34.759 por partido.
Sólo el 44,9% se llenó en cinco partidos en el MetLife Stadium de East Rutherford, Nueva Jersey, sede de la final de la Copa del Mundo del año siguiente, y el 50% en el Rose Bowl de Pasadena, California, donde se jugó el campeonato de 1994.
Entre otros 2026 sitios, el 81,8% de la capacidad se llenó en Miami Gardens, Florida, el 61,6% en Filadelfia, el 52% en Seattle y el 44,3% en Atlanta.
Un contraste bastante fuerte -y que se pudo apreciar en las transmisiones televisivas-, pese a que los encuentros tuvieron un gran atractivo futbolístico, varias estrellas mundiales sobre los engramados y varias sorpresas, como la victoria por 1-0 del Botafogo de Jefferson Savarino, campeón de la Copa Libertadores, sobre el PSG, campeón de la Champions. O el empate histórico del Al Hilal árabe contra el Real Madrid por 1-1.
Esta inquietud vivía en la FIFA desde antes de empezar el Mundial de Clubes, pese a que su presidente, Gianni Infantino, daba muestras de felicidad conforme avanzaban los 48 encuentros de la Fase de Grupos.