Tyrese Haliburton sufre de una distensión en la pantorrilla derecha, pero eso no le impediría jugar, por ahora, con los Pacers de Indiana el sexto -y posible último- partido de las Finales de la NBA este jueves.
Si la temporada se encontrara en su etapa regular. O si fuese diciembre o enero, posiblemente el jugador estaría fuera de la duela durante una o dos semanas, pero ese no es el caso en esta ocasión.
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La campaña se encuentra en su última etapa y los Pacers lo necesitarán de cualquier manera -siendo un riesgo no tenerlo al 100%- si quieren evitar que el Oklahoma City Thunder se corone en su cancha.
En rueda de prensa este miércoles, el base señaló que debe ser inteligente para tomar la decisión, pero que, al ser un competidor y querer ganar siempre, intentará hacer todo lo posible para poder jugar.
Lo respaldó su entrenador, Rick Carlisle, quien aseguró que estará disponible para el jueves. Además, manifestó que la decisión de incluirlo en el equipo se tomará mañana por la tarde, cuando se reúnan y le hagan pruebas tras la sesión de preparación.
Este miércoles, Haliburton hizo todo junto a sus compañeros de los Pacers en el entrenamiento. Es decir, ver 25 minutos de video, un ensayo de 30 minutos y después algunas tomas ligeras.
Para intentar jugar, el puesto ‘uno’ de Indiana está probando con todos los tratamientos conocidos aliviar su distensión en la pantorrilla derecha, diagnóstico confirmado mediante una resonancia magnética el martes. Cámaras hiperbáricas, agujas, masajes, estimulación electrónica y cinta adhesiva especial.
El equipo, por su parte, publicó una imagen en redes sociales con los nombres de jugadores que podrían perderse el juego. En el listado se encuentra el de Haliburton y la palabra «cuestionable».