La victoria delirante del París Saint-Germain en el partido final de la Champions League, no fue solo una goleada ante la disparatada propuesta del Inter de Milán. Los brazos alzados de los jugadores franceses conducen a otras connotaciones, hasta ahora ocultas e inviolables bajo el manto de la comunicación. Hagamos un salto de memoria hasta Munich, y demos cabida en la mente a los goles improbables de Desiré Doué, Khvicha Kvaratskhelia y Senny Mayulu, y a la nobleza defensiva de Willian Pacho. ¿Qué tiene en común estos hombres, por qué han sido ellos fundamento para un triunfo de apoteosis como pocos en un torneo de esta envergadura? ¿Por qué le hemos dedicado esta columna a estos muchachos de poco nombre y mucha osadía?…
¿Recuerdan, cómo no van a recordar, a Lionel Messi, Neymar, Kylian Mbapé? El París Saint-Germain, con la obsesión de ganar la Champions, gastó una fortuna comparable con la que yace en las bases del arco iris para fichar a los astros del momento; sin embargo, ello no significó el urgente cambio de rumbo. Alguna vez llegaron a la final, pero nada más; No tanta alcanzó la junta de plata para acariciar la Copa. Bastó con Doué, Mayulu (ambos con 19 años de edad, vaya juventud) y Kvara para borrar del mapa del partido al impotente Inter de Milán. Bastaron estos muchachos para tener más presencia que los llamados gigantes; deslastrados de la a veces dañina fama consiguieron lo que los nombres enceguecedores nunca pudieron.
Entonces, y por eso hablábamos al comienzo de las connotaciones que la lectura del fútbol puede dar y que, viendo un poco más allá, pueden catalogarse de lecciones para el futuro inmediato…
El juego del París Saint-Germain, especialmente durante los 30 minutos iniciales del primer tiempo, entraron en la cofradía de los elegidos. El fútbol mundial ha tenido como obras maestras a la selección de Hungría del Mundial 74 como kilómetro cero del juego artístico y diferente, seguido por el Santos de Pelé como maestro de ceremonias que en los años 60 se paseó por los cinco continentes enseñando una nueva y alegre concepción del juego; fue seguido por el Brasil de México 1970 y el del 82 en el Mundial de España; luego, en la cadena de novedades, la historia colocada a la Holanda de Rinus Michels y Johan Cruyff de 1974 y su fútbol total, hasta llegar al Milán de fina estampa de los años 80.
Ahora insurge este París Saint-Germain, al menos durante la gestión feliz de un partido a todo fútbol, que ha encantado al fútbol-universo sin genios ni marquesinas publicitarias, sino con jóvenes semi desconocidos que bordaron un fútbol que parecía detenido en el tren de los tiempos. Nos vemos por ahí.
La entrada ¿Conoces a Doué? ¿Pacho y Mayulu? se publicó primero en Líder en deportes.