Una de las historias más seguidas del pasado Clásico Mundial de Beisbol (WBC), que se disputó en marzo de 2023, fue la de la selección de Nicaragua. El grupo se apuntó por primera vez a la justa, quedándose con el último boleto de un clasificatorio que se realizó en el estadio Rod Carew de Panamá y terminó disputando la máxima cita en el complicado Grupo D, en el que estaban Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico e Israel. Pese a no poder ganar siquiera un juego, fueron respaldados por su afición, que entonces celebraba la hazaña de estar ahí por primera vez. Ahora es distinto, ahora deben dar el siguiente paso.
Esta selección, dirigida por Sandor Guido, terminó el clasificatorio invicta, afianzada en un sólido pitcheo que permitió apenas dos carreras limpias en 29 actos, porque hay que recordar que necesitaron un par de extrainnings para hacerse con las primeras dos victorias.
En general aceptaron 16 hits, otorgaron 17 boletos y recetaron a 27 contrarios. Dejaron una efectividad de 0.62 y un WHIP de 1.14, ambos registros los mejores del campeonato. Eso por supuesto hizo que bastara su discreta ofensiva, pero está claro que tienen que mejorar en ese aspecto si quieren resultados distintos al del Clásico anterior.
Apenas batearon para .240 y facturaron un OPS de .612, en ambos casos fueron terceros del torneo, únicamente superando a la ofensiva de Sudáfrica, que no pudo ganar ningún compromiso. Despacharon 25 inatrapables y solo pudieron fabricar una decena de carreras.
El segunda base Brandon Leyton (.462), el jardinero Juan Montes (.385) y el designado Benjamín Alegría (.333), héroe de la segunda victoria del torneo, fueron los mejores bates del seleccionado pinolero y, claro, están llamados a ser los referentes ofensivos de cara al próximo clásico.
Los focos, sin duda, estarán en ese apartado. Después de todo en el Clásico anterior su promedio al bate ocupó la posición 18 en el torneo. Tan solo despacharon 24 inatrapables y anotaron cuatro carreras en 125 turnos, fueron la selección que menos boletos ganó apenas con cuatro y abanicaron en 43 ocasiones, el quinto registro más alto de la justa. Todo eso deja claro que es un área en la que están obligados a trabajar para obtener resultados diferentes.
Lo bueno es que hay tiempo para mejorar. El segundo clasificatorio se llevará a cabo a partir del 2 de marzo en Tucson, Arizona, en donde se medirán las selecciones de Alemania, Brasil, China y Colombia. De ahí saldrán los últimos dos clasificados para completar el grupo de 20 países que se medirá en la justa del cinco al 17 de marzo de 2026.
Los “nicas” tienen más de un año para pulirse y ojalá lo aprovechen porque ya para esta edición irse en blanco es inaceptable.