Se mantiene fresca en la memoria de muchos la desaparición física de quien es considerado uno de los grandes jugadores de baloncesto en la historia: Kobe Bryant, estadounidense que jugó toda su carrera en la NBA con los Lakers de Los Ángeles, la misma ciudad en la que voló hacia la eternidad.
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“Black Mamba”, como también se le conoce, cambió de paisaje un día como ayer, pero del 2020, luego de que su helicóptero Sikorski S-76, con 9 personas a bordo, incluida su hija Gianna, se estrellara en una colina en Calabasas, EE.UU, cerca de California. Siempre utilizó este tipo de transporte hasta para ir a los entrenamientos.
Para el momento del accidente, Kobe tenía 41 años, ya retirado como jugador, lo hizo el 13 de abril de 2016 frente al Utah Jazz en el Staples Center, donde concretó 60 puntos, logrando la anotación más alta de un jugador en esa temporada. Además, se convirtió en el de más edad (37 años y 234 días) en conseguir 60 unidades, siendo incluso el registro más amplio de una despedida en la NBA.
Un año después de su deceso se ganó un merecido lugar en el el Salón de la Fama del Baloncesto Naismith Memorial que honró sus 20 años de trayectoria en la liga en los que acumuló números para enmarcar y posiblemente difíciles de igualar o superar.
Es el cuarto máximo anotador en la historia de la NBA con 3.3643 puntos. Disputó 1.346 partidos. Fue titular en 1.198 registrando 7.047 rebotes y 6.306 asistencias. Es el segundo jugador con más apariciones en la historia del Juego de las Estrellas con 18. Es el jugador que más veces logró el MVP del All-Star Game con cuatro.
Además, es líder en la historia de los Lakers en juegos de temporada regular (1.346), puntos (33.643), triples (1.827), robos (1.944) y tiros libres (8.378). Es el segundo jugador en la historia de la NBA con más partidos anotando 60 o más puntos. Lo hizo 6 veces. Metió 81 una vez.
Así como no se olvidan dichas estadísticas, tampoco se podrá olvidar que los Charlotte Hornets, divisa que lo eligió a los 18 años en el draft de 1996, sorpresivamente lo rechazara y enviara a los Lakers donde se transformó en una superestrella y también leyenda.
El camino de Kobe no siempre fue sencillo, en efecto contó con grandes compañeros, entre ellos Shaquille O’Neil y el español Pau Gasol, pero también debió sobreponerse a frustraciones que le hicieron más fuerte para conseguir casi todo lo que puede ganar un jugador de su nivel. No en balde levantó 5 trofeos Larry O’Brien al campeón de las Finales de la NBA. Sin omitir dos medallas olímpicas y un campeonato de la FIBA.
Vida sin escándalos
Bryant, quien nació en 1978 en Philadelphia, Pensilvania y curiosamente es primo del ex jugador venezolano John Cox, nunca estuvo envuelto en la polémica o al menos manchado por alguna acción que dañara su reputación dentro y fuera de la cancha, por el contrario, siempre fue como se mostró: tranquilo, familiar, pero siempre un enorme competidor.
Su imagen intachable sigue siendo una referencia para importantes marcas deportivas como Nike y Adidas (sus patrocinantes), también para el cine, pues se ganó un premio Óscar gracias a un cortometraje que recreó su legado, ese que sin duda alguna jamás morirá.
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