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Todavía es posible ganar el repechaje

Desde que comenzó la eliminatoria suramericana al Mundial de 2026 advertimos que había dos niveles de competencia en el torneo. En la parte alta los equipos con más jerarquía, calidad de sus plantillas y tradición estarían disputando los primeros cinco cupos directos a la Copa del Mundo. En esa primer lote figuraban, como no podía ser de otra manera, la actual campeona del mundo Argentina, la pentacampeona Brasil, la repotenciada Uruguay de Marcelo Bielsa, la mundialista en Qatar 2022, Ecuador, y Colombia de James Rodríguez, uno de los mejores volantes creativos de la historia del fútbol cafetero.

Era impensable que con José Pékerman, el Bocha Batista o quien estuviera sentado en el banquillo, la Vinotinto entrara en esa carrera de pesos pesados por uno de los cinco boletos al Mundial.

Así que la verdadera lucha de Venezuela consistía en pelear por el sexto puesto o por el cupo al repechaje, en una suerte de torneo aparte, un pentagonal con Paraguay, Bolivia, Chile y Perú que llegaban a la eliminatoria en horas bajas, con plantillas erosionadas, cuyas principales figuras vivían el inevitable y natural declive de sus carreras triunfales. Por tal razón, el reto del Bocha es mantener a Venezuela en la pelea por el sexto y séptimo lugar de la clasificación, lo que hasta ahora ha conseguido en medio de los altibajos.

Aun que cuesta admitirlo, la verdad es que, como revelan las estadísticas, a Venezuela le ha ido parejo en ese pentagonal con la excepción del choque que perdió ante Bolivia en El Alto. La Vinotinto ganó (1-0) y perdió (2-1) ante Paraguay, por lo que en el global quedó igualada en puntos y goles, mientras que a Chile la sometió (3-0) en Maturín y cayó (4-2) en Santiago, así que terminó con la misma cantidad de puntos y con una diferencia goleadora favorable (+1). También le sacó un punto a Perú de visitante y la única mácula grave fue haber perdido por goleada 4-0 ante la Verde.

Para ganar ese séptimo puesto y aspirar al sexto, la Vinotinto tiene que dominar en casa a los dos rivales directos que visitarán Maturín: Perú y Bolivia. Esos son los partidos de local que está obligada a ganar para seguir en la carrera, con el Bocha en el banquillo o con cualquier otro cuerpo técnico que asuma el cargo, en el caso de que el argentino decida renunciar o sea cesado por la FVF.

Más allá de las críticas al trabajo del Bocha, sería un error cortar el proceso porque solo añadiría otro problema a la Vinotinto, que debe gozar del mayor apoyo posible en esta etapa. Apenas un punto la separa de Bolivia y todavía queda un largo camino para llegar al Mundial.

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