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Valenzuela no, no merece HOF

“Si realmente eres como tu foto del pasaporte, no estás en condiciones de viajar”… Joey Adams

La Pregunta de la Semana: Durante los 23 años de este Siglo XX1, ha habido Series Mundiales; y en este 2024, parece que también la jugarán. Pero en el Siglo XX hubo cuatro octubres sin ese clásico. ¿Por qué?

La Respuesta: En 1901 y 1902, porque no se había creado. El 1904, porque el mánager de los Gigantes, campeones de la Liga Nacional, John McGraw, odiaba al presidente de la Americana, Ban Johnson, y se negó a jugarla. Y en 1994, no la hubo por la huelga de los peloteros.

Fernando y el Hall de la Fama

A los 63 años de edad, víctima de cáncer en el hígado, murió Fernando Valenzuela, en Los Ángeles. Paz a sus restos, condolencia a sus deudos.

Apenas tras el último suspiro, aparecieron dos o tres protestando porque el zurdo no ha sido elevado al Hall de la Fama. Ni lo será, porque no lo merece.

Coinciden esos culopicosos en señalar la Fernandomanía como un motivo para merecer Cooperstown. ¡Hágame usted el favor! ¿Sirvió eso para ganar juegos o para bajar la abultada efectividad del zurdo de Etchahuaquila?. Al contrario, el único año bueno de Fernando, 1986, 21-11, 3.98, produjo el uso del término, que era nada original, sino copia burda de muchos otro casos del pasado. En solo otras cuatro temporadas ganó Fernando 15 o más juegos. En 1997 su marca fue de 0-4, 5.56. Y desde 1996, sus años menos malos fueron apenas dos, 1995, 8-3 y 1996, 13-8. Y su record final, 173-153, 3.54, nada notable.

Recuerdo a los culopicosos y compañía, que ni un solo año brillante, ni la muerte, llevan a nadie a Cooperstown. Tampoco a Fernando Valenzuela.

“Quienes creen que el dinero lo puede todo, terminan haciéndolo todo por el dinero”… Voltaire

Lindos recuerdos de Rusell Gutiérrez

Desde Mérida, Yucatán, Julián Loeza me recuerda que el lunes se cumplieron siete años de la muerte del compañero periodista, Rusell Gutiérrez. Fue brillante figura, tanto en las letras impresas como del periodismo hablado. Tengo muy gratos recuerdos de Rusell como alumno, porque cuando él se iniciaba en la profesión, fui a Mérida a dictar un curso de periodismo, invitado por Jorge Menéndez Torre, y fue muy entusiasta y preocupado por aprenderlo todo y bien. Además irradiaba una contagiosa alegría.

“Lo grande no consiste en recibir honores, sino en merecerlos”… Aristóteles

Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.

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