Lonzo Ball regresa a las canchas en un partido oficial más de dos años y medio después. El base, que puso fin a una sequía de más de 1.000 días durante los amistosos de pretemporada, ha vuelto por completo a la acción durante el primer duelo de la temporada.
Mismo en el que Chicago Bulls cayeron en Nueva Orleans pero en el que pudo reencontrarse con la competición después de demasiado tiempo de espera.
El base, que entró al choque a mediados del primer cuarto, tuvo la oportunidad de disputar 13 minutos, en los que anotó 5 tantos, repartió 4 asistencias y capturó 2 rebotes.
Tras la conclusión del encuentro, reconoció su emoción y su deseo de poder contar con más tiempo cuando los servicios médicos se lo permitan, pero quitó también algo de pompa a la situación admitiendo que no había sido tan distinta de su regreso durante la pretemporada.
Lee también: Rudy Gobert extiende vínculo con Timberwolves
“Ha sido bastante parecido a los partidos amistosos” admitió. “He tenido los mismos tiros y los mismos minutos, y el objetivo ha sido aprovechar al máximo el tiempo que he estado ahí fuera. Quiero estar en pista todo el rato, pero tengo que escuchar al cuerpo técnico y hacer lo que sea mejor para el largo plazo”, finalizó.