“No hay quinto malo”, reza un popular refrán que El De Froix, uno de los ejemplares más parejos de los últimos años de La Rinconada, tratará de poner en práctica en el Gran Premio Clásico Simón Bolívar, anunciado para el domingo con premio de 300.000 dólares y 2.400 metros.
El hijo del criollo King Seraf en Gazelda, por Wild Wonder, que irá a su quinta actuación en el Clásico Simón Bolívar, se desempeña muy bien en las distancias de aliento y prueba de ello es su ajustado triunfo ante un crecido Pádel en los 3.200 metros del Clásico Fuerza Armada corrido el pasado domingo 7 de julio.
El tren de carrera puede favorecer en esta ocasión al conducido por Francisco Quevedo, debido a la velocidad que se debe presentar durante los metros iniciales, lo que pudiera aprovechar para avanzar de manera estratégica hasta promediar la curva final y buscar su victoria 15 en 37 salidas.
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El De Froix es ganador en dos ocasiones de la Copa Confraternidad del Caribe, carrera que ha disputado en tres ocasiones y que pudiera ser la que marque su despedida de las pistas el próximo mes de diciembre.
Sin lugar a dudas que el argentino Tuco Salamanca, con la conducción de Gustavo Calvente será un potencial rival, ya que en su debut se impuso de manera fácil y, de acuerdo con los informes del grupo de toma tiempo del INH, ha evolucionado y nuevamente caerá fuerte en los finales.
El potro Vino Tinto, ejemplar que en sus 11 presentaciones ha demostrado habilidad para actuar en las carreras de aliento, es otro que le sacará provecho a la lucha inicial para intentar una exitosa atropellada en los metros decisivos, con la monta de Yonkleiver Díaz, jockey con actuaciones en el circuito de Monterrico, Perú y busca su primer éxito en el óvalo caraqueño.
Vino Tinto es hijo del doble coronado Ocean Bay en La De Valle, por Big Praire, del haras Alegría, que defiende los colores del Stud MM y preparación de David Palencia. Será una emocionante carrera en la que todos los anotados andan en buenas condiciones.