Más de medio millar de jonrones (538 para ser exactos) que a lo largo de 25 años entre 1992 y 2017 repartió en diversos circuitos de Estados Unidos, además de Venezuela, México, Taiwán y Japón, permitieron etiquetar a Alex Cabrera como uno de los artilleros venezolanos de mayor fortaleza en la pelota profesional entre finales del siglo XX y principios del nuevo milenio.
De hecho, el slugger nativo de Caripito, Monagas, posee una curiosa marca como el único toletero que ha logrado encabezar el departamento de jonrones con cifra récord en una temporada, en la Liga del Pacífico de Japón, con los Leones de Seibu (55 en el año 2002), y en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, con los Tiburones de La Guaira (21 en la edición 2013-14).
Por leyendas de Oh y Díaz
En Japón hace 22 años a Cabrera le tocó pasar momentos muy difíciles que afectaron la posibilidad imponer un nuevo registro de cuadrangulares, en una actitud egoísta de muchos sectores intolerantes ante la posibilidad de que despojara del récord al legendario artillero Sadaharu Oh, líder histórico de la liga con 858 vuelacercas en 22 años (1958-80), quien en 1964, a la edad de 24 años, había fijado la marca de 55 jonrones en una contienda con los Gigantes de Yomiuri.
Luego de conectar 49 vuelacercas en su primera campaña en la liga nipona, Cabrera hizo un enorme esfuerzo por mejorar sus número personales en su segunda incursión en Japopón a la edad de 30 años y estuvo a punto de destronar a Oh.
El 2 de octubre, restando cinco juegos para concluir la ronda eliminatoria, empató el récord. En el octavo inning de un encuentro contra los Búfalos de KIntetsu, le sacó la bola a Akira Okamoto, luego de pasar los 18 turnos anteriores sin disparar cuadrangular.
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Y en los siguientes cinco juegos para completar la ronda eliminatoria, la dinámica del pitcheo enemigo, de darle muchos boletos intencionales y no ofrecerle nada cercano al plato, se mantuvo.
“No querían que batiera el récord, creo que vi un solo strikes en los últimos 20 turnos de la temporada. Los pitchers querían lanzar strikes pero los mánages no los dejaban”, declaró Cabrera a Jim Caple, columnista de Espn.com.
Cabrera finalizó la temporada de 2002 con marca personal de 55 vuelacercas y de promedio ofensivo (.338) en su larga trayectoria en la pelota nipona.
Con los Tiburones, en la histórica contienda de la que se cumplieron diez años en el certamen pasado, se encontró con algunos defensores de la gesta de veinte vuelacecas del mirandino Baudilio Díaz, con los Leones del Caracas en la campaña 1979-80, que trataron de asociar el esfuerzo de Cabrera con el uso de sustancias para mejorar el rendimiento, cosa que las autoridades que manejan el programa antidoping no han podido comprobar.