“Mi temporada en 2007 está entre las primeras tres para los venezolanos. Imagínate, remolqué 139, anoté 117, ligué 28 jonrones y apenas me ponché 79 veces por 78 boletos”, enumeró sin falsas modestias Magglio Ordóñez, exgrandeligas y actual dueño de Caribes de Anzoátegui.
Precisó que “sacando la triple corona de Miguel Cabrera (2012), la mía está entre las tres primeras. Una sería de la Acuña Jr. el año pasado”.
Recordó esa inolvidable campaña en 2007, donde fue campeón bate (.363) y estableció el récord de dobles para compatriotas con 54: “Sinceramente son una de esas temporadas en lo que todo te sale bien. Además en el invierno me preparé muy bien para estar en óptimas condiciones”.
Destacó que su promedio de .363 “tiene méritos porque yo tuve casi 600 turnos (595), mientras Andrés Galarraga (.370) no llegó a los 500 (470), por lo que por cada hit aumentaba dos puntos, mientras si yo pegaba uno subía apenas uno. Pero son cuestiones del juego. Por supuesto, Andrés merecido tiene su título”.
Ordóñez fue un pelotero de contacto, ya que en quince zafras arriba nunca superó los cien abanicados por año (en ocho de las mismas superó los 140 partidos o más).
De ahí que no está de acuerdo con esa tendencia de hacer siempre swing de poder y poncharse en exceso: “Fíjate, eso va a tener que cambiar porque este año entre la Nacional y la Americana, solo siete batearon sobre trescientos. Y de esa cifra para abajo los promedios eran muy bajos”.
Por eso recalcó que “esa teoría de que sólo con jonrones y dobles puedes anotar carreras que dando hit, no lo comparto. Pero a pesar las nuevas tecnologías y números, debemos regresar al pasado. Tu antes en un equipo tenías tres o cuatro bateadores sobre 300. Ahora para tu ver uno, tienes que buscarlo con una lupa en treinta equipos”.
“Además, los pitchers están lanzando muy duro por lo que debes buscar contacto, dar hits. Dar jonrón a una recta de 90, 95 y 100 millas no está nada fácil”, reconoció.
K-Rod olvidado
Con respecto a Francisco Rodríguez, quien no ha tenido el apoyo de los entendidos en sus primeros intentos para entrar al Salón de la Fama, acotó: “Mi opinión personal es que él debería estar en el Salón de la Fama, porque tiene el récord de juegos salvados en una temporada (62 en 2008) y tiene buenos números, que si los compara con otros cerradores en Cooperstown, se lo merece, perdón se lo ganó. Pero bueno son cosas que uno no controla”.
Agregó que “son los periodistas en Estados Unidos, pero de verdad los números los tiene”.
Nos interrumpió cuando le preguntamos por Miguel Cabrera, “porque es automático. Son tres mil hits y 500 jonrones. Son unos de los requisitos que buscan. Además triple coronado, cuatro veces campeón bate. Entraría directo en la primera vez sin ningún titubeo. A menos que estuviera metido en algo de esteroides, pero no es su caso nunca”.
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Volviendo a su carrera, Magglio tuvo una operación efectiva en sus rodillas en 2004 alargó su carrera “ocho años más. Mis lesiones siempre fueron por choques cuando me lesioné las rodillas; o por mi lesión en el tobillo por una jugada en Toronto, que me dejó una fisurita que propició una fractura”.
De por vida en la MLB con Medias Blancas de Chicago y Tigres de Detroit, Ordóñez bateó .309 (6.978-2.156) con 426 dobles, 294 jonrones, 1.076 anotadas y 1.236 remolques.