“Lo primero que le inculco a mis peloteros es el respeto al juego, respeto a tus compañeros, a tus coaches y todos los que te involucran en la actividad. Para mí eso es lo primordial”, ha señalado varias veces el mánager de Mets de Nueva York, Carlos Mendoza.
Ya metido en la Serie de Campeonato (Mets no lo conseguía desde 2015), viajarán este domingo a San Diego o Los Ángeles, dependiendo de cuál gane esa serie divisional.
Llegó a esta instancia, pero le costó mucho a este larense meterse ahí. De entrada, la marca de 89-73 fue muy positiva, considerando que los metropolitanos perdieron en sus primeros cinco careos de la campaña y estaban once juegos por debajo de .500 a finales de mayo, cuando tenía récord de 22-33.
Muchos ya daban por sentado que la gerencia metropolitana lo cesantearía: “Nunca hubo pánico, confiamos en nuestros peloteros, tenemos un gran equipo y era cuestión de tiempo de que comenzaran a jugar a su nivel”.
Y fue así, ya que pisaron chola fuerte en junio, acelerando más luego del Juego de Estrellas. Pero el drama siguió persiguiendo a Mendoza hasta el último día de temporada (mejor dicho, cuando debieron jugar el lunes 30 de septiembre dos juegos suspendidos por tormenta ante Bravos de Atlanta, su rival directo). Dividieron y pasaron los dos, dejando a Cascabeles de Arizona con las ganas.
Llegó la primera serie al mejor de tres careos. O sea, el que ganara dos pasaba. Y les tocó los poderosos Cerveceros de Milwaukee, a los que dejaron atrás al ganar la serie 2-1.
“Los chicos van a tener altibajos a lo largo de una temporada y por eso se necesita del trabajo colectivo para salir adelante. Un día algunos jugadores darán un paso adelante (para ayudar al combinado). Eso es lo que hemos visto en los últimos días, pues hay un héroe diferente cada noche”, analizó Mendoza sobre ese estar siempre contra las cuerdas, pero su equipo siempre resuelve
Vino luego la Serie Divisional a un máximo de cinco compromisos (o el que ganara tres) ante uno de los grandes favoritos este año, Filis de Filadelfia. Y también los despacharon, ahora en cuatro compromisos: “Sigo diciendo que podrías escribir un libro… Podrías hacer una película”.
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“Vamos día a día, serie a serie, esa ha sido nuestra mentalidad desde el día inaugural durante toda la temporada”, resumió su filosofía sobre cómo intentar llegar y, porqué no, llevarse la Serie Mundial 2024.
Otra clave que Mendoza no deja de citar es “la humildad es algo que me inculcaron mis padres desde pequeño y que lo sigo llevando”.
Pase lo que pase ahora, Mendoza ya es parte de la historia de los metropolitanos, pues el estratega se convirtió en el primer debutante en la historia del club en llegar a postemporada, además de ser el segundo compatriota en dirigir en octubre, junto a Oswaldo Guillén.
“Como siempre lo digo: nunca dejamos de creer, seguimos trabajando, seguimos compitiendo y seguimos divirtiéndonos. Queremos dar lo mejor en el terreno”, finalizó Mendoza.
Muchos esperan que el tema musical “OMG”: “Oh My God” o “O Mí Dios”, sigan siendo cábala para esta nueva versión de los “Milagrosos Mets” de 1969, que se lo llevaron todo ese año, aunque usted no lo crea.