La economía venezolana afrontará un 2026 más desafiante, con un menor crecimiento, mayor inflación y una política cambiaria marcada por la expansión del mercado cripto, según las proyecciones presentadas por el economista Asdrúbal Oliveros durante el evento Prospectiva Venezuela I Semestre 2026, organizado por el CEPyG-UCAB.
Oliveros señaló que, sin cambios estructurales, el crecimiento del PIB pasará de 4% en 2025 a 2,6% en 2026. Las exportaciones se ubicarían en USD 19,5 mil millones y las importaciones en USD 16,7 mil millones.
La inflación proyectada alcanza 320% en bolívares y 18% en dólares, mientras que el tipo de cambio oficial cerraría el año en aproximadamente Bs 980 por dólar.
El economista destacó que el petróleo continuará siendo el principal motor económico, con producción cercana al millón de barriles diarios y una creciente dependencia del mercado asiático —que concentra 53% de las ventas— aunque con mayores descuentos y desafíos logísticos.
Además, advirtió que 80% de las operaciones cambiarias ya se realizan mediante plataformas de criptomonedas, desplazando progresivamente a las mesas bancarias.
En términos sectoriales, se prevé una leve expansión del comercio, servicios y consumo básico, pero con un crédito bancario limitado y un tipo de cambio presionado.
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El sociólogo Luis Pedro España advirtió que 2026 estará marcado por altos niveles de desigualdad y una caída del ingreso familiar entre 10% y 30% debido a la inflación. Persistirá la precariedad en los servicios sociales y una brecha creciente entre grandes ciudades y zonas rurales o intermedias.
En cuanto al entorno internacional e la incertidumbre política, los profesores Elsa Cardozo y Félix Arellano describieron un contexto global turbulento, caracterizado por una geopolítica multipolar, instituciones bajo presión y una interdependencia internacional en tensión.
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En el plano político, el director del CEPyG, Ángel Oropeza, presentó cuatro escenarios posibles para los próximos meses: mantenimiento del status quo, crisis sistémica, negociación forzada o materialización de una amenaza externa. Ninguno de estos escenarios se considera definitivo debido a la alta inestabilidad de las variables.
El evento contó con la participación del rector Arturo Peraza S.J., autoridades eclesiásticas y representantes de la sociedad civil, quienes destacaron el rol de la universidad y la Iglesia en promover el debate en medio de un contexto polarizado.
Con información de nota de prensa.
