Luis Aparicio tuvo uno de sus juegos más memorables en Venezuela un día 11; pero de diciembre de 1963 en Caracas, ese día hizo gala de su defensiva élite y su oportunismo con el madero, mismos que 21 años después de eso lo elevaron al Salón de la Fama de Cooperstown.
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Cuenta Alexis Salas H. en su libro Momentos Inolvidables del Beisbol Profesional Venezolano (1946-1984) que; ante la desapación de la Liga Occidental, Luis Aparicio decidió jugar en la Liga Central con Tiburones de La Guaira, según propias declaraciones, porque consideraba que era el equipo que más necesitaba de sus servicios en ese momento.
Era la primera participación del zuliano en su país natal desde que defendió la segunda base de los Leones del Caracas en la temporada 1954-55, teniendo en las paradas cortas a su mentor Alfonso «Chico» Carrasquel. También, habían pasado seis años desde su debut en Grandes Ligas con los Medias Blancas de Chicago.
Ahora bien, en el choque de su reaparición con La Guaira; tres días antes (es decir el 8 de diciembre de 1963, ya había dejado destellos de esa brillante defensiva al combinarse con Elio Chacón para par de jugadas de doble matanza que fueron claves para asegurar el triunfo de los del litoral 5-3 en un juego interliga ante las Águilas Cibaeñas de República Dominicana.
Sobre ese magistral juego del 11 de diciembre, victoria 5-0 de La Guaira sobre el Caracas en el Universitario, Alexis Salas cuenta:
«Parece que Luis Aparicio no estaba conforme con su gran actuación del domingo 8, día de su reaparición, y el miércoles 11 de diciembre de 1963 realiza su mejor juego en Caracas, conquistando definitivamente al público de la capital. La batalla decisiva la gana en el tercer acto, cuando el Caracas amenaza seriamente, al embasar a ‘Vitico’ Davalillo por base por bolas y sonar César Tovar hit al jardín izquierdo. Con dos de los corredores más rápidos que ha producido nuestro beisbol en las bases, el zurdo (Ed) Kirkpatrick conectó fuerte línea por encima de segunda. Allá fue Aparicio y en felino salto realizó sensacional engarce, sobre la marcha forzó a Davalillo en segunda, y con certero disparo a la inicial puso fuera a Tovar. La algarabía fue ensordecedora cuando por los altavoces anunciaron el triple play».
Posterior a eso, se involucró en jugadas de doble out en el quinto y octavo episodio. Y para colmo, había impulsado las dos primeras carreras del compromiso con doble en el primer inning ante los envíos de Víctor Jiménez.
Fue así como Luis Aparicio; regresando a su tierra, protagonizó algunos de los momentos más brillantes de su carrera como beisbolista profesional un día 11, parecido al de este martes, donde celebramos al dos veces número uno de Venezuela en su día.









