Real Madrid afronta un problema claro en la banda derecha. Dani Carvajal sufrió una recaída en la rodilla a finales de octubre y el club confirmó que pasará por cirugía; los partes médicos sitúan su regreso más allá de 2025, con la previsión de que no juegue antes de 2026.
Rendimiento y adaptaciones de Valverde
Federico Valverde ha demostrado en varias ocasiones que puede cumplir como lateral derecho gracias a su físico, su lectura del juego y su capacidad de llegada desde segunda línea. Bajo la dirección de Xabi Alonso ha sido utilizado en esa posición en múltiples partidos y el técnico ha respondido públicamente a las especulaciones sobre su disposición a hacerlo.
Valverde aporta intensidad defensiva y llegadas por dentro que combinan bien con extremos que abren el campo; sin embargo su perfil natural es el de mediocentro, donde aporta equilibrio y control del ritmo. Esto tiene dos lecturas; la primera es que su despliegue en la banda añade músculo y estabilidad a una defensa con bajas; la segunda es que su movilidad en el centro es difícil de reemplazar.
Impacto en la plantilla y en el plan táctico
Con Trent Alexander-Arnold lesionado a mediados de septiembre y con un proceso de recuperación que le ha mantenido fuera varias semanas, la rotación en el lateral derecho se ha hecho más compleja.
La ausencia prolongada de Carvajal y la recuperación de Alexander-Arnold han forzado a Alonso a elegir soluciones internas como Valverde o a retrasar a otros centrocampistas; el equipo debe gestionar los minutos y la forma física sin perder control del mediocampo. En este contexto algunos aficionados y casas de apuestas podrían mostrarse atentos a la evolución del equipo; en plataformas como apuestas de fútbol en Bet777, seguidores podrían sentirse más inclinados a apostar en más partidos del Real Madrid si Alexander-Arnold regresa pronto, considerando su extraordinario ritmo de asistencias durante su etapa en el Liverpool.
Pros y contras de seguir con Valverde en el lateral
A favor está la polivalencia del jugador, su entrega y la confianza del cuerpo técnico en su adaptación. Mantenerlo en la banda permite conservar rivales incómodos por su despliegue físico y acelerar la transición defensa-ataque. En contra está el coste táctico: cuando Valverde ocupa la banda, el equipo pierde algo de control posicional en el centro; los minutos acumulados también podrían pagar factura a lo largo de la temporada. Además existe el factor humano; ya se han producido tensiones mediáticas sobre su papel, algo que el entrenador ha tenido que desactivar públicamente.
Alternativas y recomendaciones
Si Carvajal no está disponible hasta 2026 y Alexander-Arnold tarda más en recuperar plena forma, la opción más sensata a corto plazo es utilizar a Valverde en la banda de forma selectiva, priorizando los partidos en los que el rival exige mayor desgaste físico por la derecha; después, en los choques en los que se necesite control del balón y equilibrio, devolver a Valverde al centro y probar alternativas específicas como jóvenes del filial o rotaciones con otros centrocampistas.
La dirección deportiva también debe valorar si buscar un lateral puro en el mercado invernal o confiar en la recuperación de Alexander-Arnold.
Valverde puede y debe jugar de lateral cuando el contexto lo requiera; no obstante convertirlo en la solución permanente supondría renunciar a una pieza clave del centro del campo. El equilibrio entre necesidad inmediata y proyecto a medio plazo marcará la decisión de Alonso y del club.









