Oswaldo Vizcarrondo recuperó con la selección nacional sub-17 el gusto por el contacto con el balón, la tenencia de la pelota, el trato respetuoso para mimarla a través de la combinación de pases, la búsqueda del espacio libre y la gestación de llegadas al arco rival a partir de la posesión del principal objeto del juego.
En poco tiempo y a contracorriente con el fútbol directo, de escasa elaboración y reactivo que se impuso en las selecciones nacionales en todas las categorías, durante el ciclo de Fernando Batista y sus huestes, que coparon todos los puestos habidos y por haber en el organigrama de la FVF, Vizcarrondo impuso su estilo y rescató la creatividad, la alegría y el juego asociado del jugador venezolano.
Después del fútbol de bostezo y alérgico al balón que se instauró desde la Vinotinto mayor hasta las selecciones menores, la sub-17 de Vizcarrondo exhibió en el Suramericano de Colombia un estilo renovador. En lugar de ocultarse atrás para esperar agazapados en bloque bajo, los chamos del otrora defensa central buscaban recuperar el balón lo más lejos posible de su arco. Presionaban muy alto la salida del rival, recuperaban con velocidad y de inmediato se organizaba el ataque a partir de la inteligencia de Henry Díaz, el menudo e intuitivo mediocentro monaguense.
Todo esa seguridad y desenfado para adelantar las líneas, soltar las amarras del defensa central Marco Maitán; con Díaz de metrónomo marcando el ritmo en cada posesión; y llegadas en bloque, con Davis y Rincones profundizando por las bandas para conectar por dentro y por fuera con los Sulbarán, Uribe, Berroterán y Clut, es hora de ponerla en práctica en el gran escenario de la Copa Mundial de Catar que se inicia martes para los chamos.
La selección ha tenido una preparación de primer nivel con módulos de entrenamientos y partidos de fogueo en diversos torneos, por lo que Vizcarrondo cuenta ahora con un equipo más trabajado en todos los aspectos para dar batalla ante los rivales del grupo E: Inglaterra, Egipto y Haití y clasificar a la siguiente fase.
De lo que ocurra en este Mundial dependerá el futuro de la Vinotinto absoluta. Si la Vinotinto de Vizcarrondo muestra de nuevo el estilo primoroso del Suramericano, pasa de ronda con fútbol y carácter, estarán dadas las condiciones para que la Federación Venezolana de Fútbol se olvide de un nuevo proceso con otro genio sacado de la botella por los gestores de contratos millonarios. Los únicos logros conseguidos en la historia de las selecciones de fútbol se obtuvieroncon técnicos venezolanos, y parece haber llegar la hora para Vizcarrondo.
Contenido
La Academia de Saragó encaminada
Eduardo Saragó ha dejado su huella en todos los equipos que ha conducido en el fútbol venezolano. Campeón de torneo cortos en el banquillo del Deportivo Italia y Caracas, al que también dio un título de Copa Venezuela sobre Táchira. Dominador absoluto de la temporada 2011-12 con el Deportivo Lara, estableciendo récord de partidos invictos. Otro título de campeón nacional recuperando el ADN de fútbol combinativo del Deportivo Táchira e imponiendo nueva marca de juegos sin reveses, iluminan el currículo ganador del DT capitalino que otra vez está encaminado de cerrar una campaña inolvidable en la Liga Futve.
Después de su inesperada salida del Táchira, Saragó recaló en la Academia Puerto Cabello y en poco tiempo ha convertido al cuadro murciélago en el que mejor fútbol practica en el torneo Clausura. Sólido en la defensa y contundente en el ataque, comandado por la potencia del africano Awundu y la variedad de recursos de Edwuin Pernía para sentenciar, la Academia está a un triunfo de clasificar a la final del torneo, para lo que solo necesitaba vencer el viernes al Zamora en Barinas.
Por el equipo porteño pasaron alguno de los entrenadores más célebres y ganadores del país sin poder encontrar la fórmula exacta para trascender. Con Saragó al frente y su conocimiento del juego, los quirópteros están viendo la luz al final del túnel para luchar por un título que anhelan en La Bombonerita.
Ricardo Belli enterró el divismo y puso a la Vinotinto femenina en el camino cierto
La Vinotinto absoluta masculina fracasó estrepitosamente en el reto de avanzar al menos al repechaje del Mundial de 2026, pero la selección femenina, sin la misma campaña promocional por parte de los genios publicitarios y de mercadeo de la FVF, puede dar el gran salto hacia la Copa de Brasil 2027.
Bajo la conducción del técnico brasileño Ricardo Belli se volvió a la normalidad en el camerino. Quedó en el pasado las rencillas, los chismes y las batallas de ego que inundaban las redes sociales durante el mandato de la italiana Pamela Conti. El amazónico recuperó para la selección a jugadores que habían sido relegadas por razones extradeportivas como Sonia O’Nell y Lourdes Moreno, y dotó a la selección de una manera de jugar que se adapta mejor a las características de las futbolistas.
El juego físico de defensa al límite del reglamento que obligaba a la Vinotinto a incurrir en excesivas faltas, los pases largos como único argumento para construir las transiciones ofensivas, y dependencia de la habilidad de Deyna Castellanos para lastimar en el ataque, cambió radicalmente con Belli.En los dos partidos en la Liga de Naciones de la Conmebol, que otorgará dos cupos directos y dos boletos al repechaje del Mundial, la selección controló a Chile y Paraguay con la tenencia del balón. Ante las australes solo faltó más velocidad por las bandas para desbordar y generar más ocasiones de gol, lo que resolvió el DT amazónico contra Paraguay. Dio más salida a Raiderlin Carrasco y adelantó a Gabriela García para aprovechar sus virtudes en el juego aéreo, que con sus cabezazos selló el triunfo ante las guaraníes. La mano del técnico brasileño se hizo sentir y la Vinotinto femenina ahora juega colectiva, sin divismos.









