Los Azulejos regresan esta noche a su casa del Roger Centre de Toronto, confiados en que, con el respaldo de su fanaticada, saldrán airosos ante los Dodgers, para coronarse en el sexto juego de la 121° edición de la Serie Mundial y festejar su tercer gallardete desde que ingresaron a la Liga Americana, junto con los Marineros de Seattle, con la expansión de la temporada de 1977.
Como abridores de hoy están anunciados el japonés Yoshinobu Yamamoto y Kevin Gausman, ambos derechos quienes ya rivalizaron en el la segunda fecha del clásico, en este mismo escenario, el 25 de octubre.
Si los Dodgers pretenden seguir con vida tienen al hombre indicado en el japonés Yoshinobu Yamamoto para iniciar hoy, después de su última salida en la que facturó su segunda faena completa consecutiva, en el segundo juego, en el cual aceptó 4 hits, una carrera, no dio boleto y ponchó a ocho.
Gausman también viene de una gran actuación en ese mismo desafío, en el que resultó perdedor por tolerar jonrones de Will Smith y Max Muncy. Pero rindió buen trabajo de 6.2 actos. Si hoy es capaz de contener el ataque, dependiendo de su repertorio con control en las esquinas, le hará daño a los peligrosos bates de los campeones mundiales defensores.
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El conjunto canadiense, que dirige John Schneider, intenta convertirse en el primer club que gana la Serie Mundial en casa desde que los Astros se coronaron en el sexto encuentro de la edición de 2022 ante los Filis. También, según la firma especializada en registros de MLB, Elias Sports Bureau, tratan de ser la 12° franquicia que en al menos dos ocasiones festeja en calidad de home-club después de Yanquis (10), Cardenales (7), Atléticos (5), Medias Rojas (5) y Mellizos (3).
Factores de inspiración
Eso sí, los pájaros azules dependen de mantener la inspiración con los oportunos tablazos de Vladimir Guerrero Jr. y Davis Schneider, y que Gausman se contagie con el entusiasmo impuesto por Trey Yesavage, el joven lanzador de 22 años que el miércoles en su sexta apertura como bigleaguer, tercera de la postemporada, toleró una carrera en siete actos, sin boleto y ponchó a una docena de enemigos para convertirse en el primer lanzador en conseguir esa cantidad de ponches sin boleto y en el primer novato que registra tal hazaña desde que en el año 1903 se disputó el primer Clásico de Otoño.









