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Se busca cacique… y algo más

En épocas de éxito pocos piensan en renovación, pareciera que entonces se creen capaces de vencer al tiempo y la verdad es que en esa carrera todos tenemos la de perder. El tiempo no espera al hombre, dicen los sabios, mucho menos en el deporte, agregamos por aquí. Si no pensaste en el futuro cuando te sonreía la fortuna, seguramente te esperaran algunos desencantos como los que está viviendo Caribes de Anzoátegui, por ejemplo.

“La tribu”, para muchos el equipo de la década pasada, se quedó este año fuera de postemporada por tercera campaña consecutiva. Apenas pudieron ganar 22 de 56 compromisos. Su ofensiva terminó con el segundo promedio más bajo de la temporada (.283), su pitcheo fue también el segundo menos efectivo con un promedio de carreras limpias de 5.94 y su defensa fue la más desprolija con 55 errores y un porcentaje de fildeo de .972. La consecuencia inmediata, una vez se terminó la contienda, sería el cambio de manager.

Y justamente, a comienzos de esta semana, el periodista José Angel Rodriguez aseguró que los orientales no renovarían con el piloto Morgan Ensberg, que llegó a Venezuela con buenas credenciales en ligas menores, donde dirige a la filial Triple A de los Rays de Tampa Bay. Pero no pudo cambiar la historia de la novena, que en los últimos cuatro años ha tenido cinco pilotos distintos: Ensberg, Ramón Borrego y Marco Davalillo (2023-2024), Omar López (2022-2023) y Mike Álvarez (2021-2022), el último que los llevó a una postemporada.

Aunque siempre se supo que el equipo estaba en reestructuración y se dijo que Ensberg había llegado para liderar un proyecto de renovación a largo plazo, la verdad es que los resultados no fueron los esperados, sencillamente el equipo nunca compitió. La misión entonces parece ser encontrar un piloto que haga menos dolorosa la transición, que ya inició y, hasta ahora, ha dejado algunas luces como José Fernández, que terminó segundo en la votación al Novato del Año, y Leonel Valera, que bateó cerca de .300 en 41 juegos.

Todavía tienen en su mejor versión a Balbino Fuenmayor y Andruw Monasterio, pero falta. Todavía hay muchos nombres que fueron claves en el pasado, pero ahora mismo debilitan el lineup y le impiden ser consistentes. La importación ha sido un desatino, este año intentaron traer un bate probado como el Leonardo Reginatto y tampoco funcionó, así que siguen teniendo esa tarea pendiente. Pero lo más importante es el pitcheo, la tribu necesita, con urgencia, reconstruir su cuerpo de lanzadores si quiere tener alguna oportunidad. Este año sus abridores dejaron una efectividad de 5.61 y sus relevistas de 6.17.

Entonces si, se busca manager, pero también buenos importados y lanzadores de calidad. Ojalá se consigan rápido porque ese equipo, que nos regaló tanta buena pelota, merece volver a competir.

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