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El carbón es clave para la sostenibilidad de la transición energética

Gensa, como empresa generadora de energía a base de carbón, con Termopaipa (Central Eléctrica Colombiana) tienen un papel clave en la transición energética como empresa de soporte del sistema energético de su país, garantizando la disponibilidad de las 3 unidades de generación de energía a base de carbón.

En la actualidad puede observarse que las grandes potencias se involucraron con las energías renovables hace muchos años, como lo son Alemania, Francia y China, entre otras, estas decidieron abandonar la generación de energías con fuentes fósiles vertiendo todos sus esfuerzos a las energías renovables en busca de dar cumplimiento a esos acuerdos establecidos para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

Termopaipa no es una empresa de operación 24/7 y, por el contrario, su principal objetivo es estar disponible para soportar especialmente el sistema hidráulico cuando falla o cuando las condiciones climáticas así lo demanden.

La Tierra se está sobrecalentando.

De acuerdo con los datos de la Nasa, en 2020 la temperatura media fue de 1,02 ºC más elevada respecto al período 1950-1980.

El calentamiento global, además de provocar la fusión de los glaciares y la subida del nivel del mar, provoca otros cambios climáticos como la desertificación y el aumento de fenómenos extremos como por ejemplo huracanes, inundaciones e incendios: la alteración del clima podría causar daños incalculables.

Ahora bien, hoy en día vemos que aspectos alternos y no previstos como la pandemia 2020, las guerras y el cambio climático, por nombrar algunos de ellos, dejan al descubierto la necesidad perentoria de garantizar la producción de energía de manera estable y segura, viendo entonces estos países volver a la generación de energía a base de carbón y fuentes nucleares con el fin de garantizar el acceso a este servicio básico a sus comunidades.

En el caso de Colombia, la matriz de energía se compone en su gran mayoría de forma hidráulica, superando el 70 por ciento, seguida por el gas natural, carbón, combustibles líquidos y Fuentes No Convencionales de Energía Renovable, evidenciándose en las estadísticas de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPNE), que en esta distribución de la matriz, la generación a base de carbón una de las porciones más bajas del sistema.

Retroceder al uso de carbón no es buena idea en un mundo que está orientado a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Sin embargo, es primordial darle firmeza a la transición energética con las plantas generadoras a base de combustibles fósiles, siempre y cuando estas no incrementen su participación y gradualmente tiendan a bajarla.

Esto permite estar al día como soporte de la transición energética, y da garantías de acceso a este valioso servicio.