El Gobierno australiano ha decidido introducir una nueva legislación mediante la cual las redes sociales se verán obligadas a desenmascarar a los usuarios anónimos que publiquen comentarios ofensivos y, en caso de no hacerlo, podrían ser multados por difamación.

 Esta nueva iniciativa busca que las redes sociales asuman responsabilidad por el contenido generado por los usuarios en sus plataformas e introducir mecanismos para que cualquier persona pueda presentar una queja y exigir la eliminación de una publicación si cree que está siendo difamado, intimidado, o acosado. “El mundo en línea no debería ser el salvaje oeste donde los bots, fanáticos, trolls y otros andan anónimamente y pueden dañar a las personas”, señaló el primer ministro del país, Scott Morrison, durante una conferencia de prensa. 

En caso de que una plataforma se niegue a eliminar contenido, un tribunal puede ordenar que revele la identidad del autor anónimo, pero si la plataforma se niega a ello, entonces se hará responsable de la publicación y por ello puede ser multada, reseña Sputnik. “No se permite que la libertad de expresión se esconda cobardemente en su sótano y se deslice, insulte y hostigue a las personas de forma anónima y busque destruir sus vidas. En una sociedad libre como Australia, donde valoramos nuestra libertad de expresión, solo es libre cuando esto se equilibra con la responsabilidad de lo que dices”, argumentó Morrison. 

Se desconoce si esta legislación será objeto de debate público, pero adelantó que espera un rotundo apoyo del Parlamento. Tampoco está claro cómo exactamente el Gobierno australiano espera que las redes sociales verifiquen las identidades de los usuarios, pero están convencidos de que las reglas que se aplican en el mundo real también deberían ser aplicadas en el mundo digital.

 En el mes de septiembre, el Tribunal Superior de Australia dictaminó que los medios de comunicación son responsables directos de los comentarios que los usuarios escriben en sus artículos de Facebook. En consecuencia varios medios, incluido CNN, tuvieron que cerrar sus páginas de la plataforma para los usuarios australianos ante la incertidumbre y el riesgo de denuncias por difamación.