El tenista español Rafael Nadal logró que los fantasmas del pasado Abierto de Australia quedaran atrás y aplastó al jugador alemán Florian Mayer en su partido inaugural del Grand Slam para avanzar a la siguiente ronda, donde disputará un puesto en los cuartos de final con Marcos Baghdatis.

La primera actuación del jugador número nueve del mundo fue sumamente convincente, sellando el partido con pizarra de 6-3, 6-4 y 6-4 en un poco más de dos horas. El español demostró sobre la cancha de Melbourne su juego agresivo y su poderosa derecha, con 25 golpes ganadores con el drive, para 39 en total.

Otros de los aspectos a rescatar del partido de Nada es que no concedió ninguna pelota de break, manteniendo su saque y anotando seis aces consecutivos. Este resultado ya supera por mucho las expectativas con respecto al pasado torneo australiano, en el que Verdasco dejó fuera a su compatriota en su primer encuentro, el mismo Verdasco que perdonó a Djokovic y le dio el pase al serbio.

Aunque perdió el primer set con una enorme diferencia (6-1), el español consiguió reponerse en el segundo parcial del partido, donde tuvo contra las cuerdas al de Belgrado, pero los errores, y muy especialmente la presión psicológica de este encuentro contribuyeron a la debacle del ibérico, que este año abandona el torneo temprano.