Hombres que desean a Diosa Canales podrán enloquecer por ella, pero nunca tenerla. La vedette y bomba sexy sostiene que es una artista integral, y por ello desea ser valorada más allá de su físico.

Diosa Canales afirma que es más que desnudos, pues se dedica al canto, al baile y al modelaje con total profesionalismo y soltura. La bomba sexy de Venezuela no descarta la posibilidad de convertirse en actriz, ahora más que se mudó a México para darle un reimpulso a su exitosa trayectoria.

Canales concedió una entrevista íntima a la periodista Shirley Varnagy, en la que no tuvo tapujos en hablar de temas escabrosos como la violación de la cual fue víctima cuando era niña. Ella apenas tenía seis años de edad cuando fue abusada por un mayor, al parecer alguien de su propia familia.

Psicólogos y psiquiatras no fueron necesarios para que Diosa Canales superara el trauma. Ella afirma que logró la sanación mental por esfuerzo propio y con el apoyo de su mamá, a quien confesó tan horrendo crimen.

Canales dice que lo mismo pudo haberle sucedido a su hermana, pero ella se encargó de defenderla y protegerla ante las pretensiones de este supuesto familiar que la violó. Afirma que no odia a los hombres, pero explota cada vez que escucha sobre algún caso de abuso físico o sexual.

Dios fue quien quiso que Diosa Canales se convirtiese en la bomba sexy de Venezuela. Ese es al menos su criterio, por lo que afirma que siempre cumple la voluntad del Altísimo cada vez que se despoja de sus ropas.

Personas del sexo masculino que vieron esta entrevista manifestaron su preocupación por no sentirse queridos por Diosa Canales. Ella afirmó tras bastidores que no hay ningún odio o resentimiento contra los hombres, aunque señala que lo sucedido durante su infancia no es un asunto que se pueda olvidar tan rápido.

Diosa Canales no niega su reciente adhesión al cristianismo, y por ello se ha dedicado a publicar fotos, videos y mensajes evangélicos a través de sus redes sociales.

Canales afirma que es una mujer muy religiosa, y que por tanto tiene derecho a depositar su fe donde le venga en gana.