La revista alemana Bunte ha sido el medio que mejor ha pagado por una imagen de la Duquesa de Cambridge en las Montañas Azules australianas en compañía de su marido, el príncipe William. Dicho de esta manera, pareciera que la imagen no tiene nada de especial, de no ser porque en ella el viento de las hélices del helicóptero que trasladaba a la familia real han revelado los secretos de Kate por enésima vez.

A su llegada a Nueva Zelanda, cuando la duquesa vestía un atuendo que hacía recordar la primera visita de Lady Di a esta nación, su falda se alzó un poco con el viento, mostrando buena parte de sus piernas. En aquella oportunidad, la atención de la prensa en el pequeño príncipe George no fue suficiente para distraer a los paparazzi de los habituales inconvenientes que protagoniza Kate con sus vestidos.

Algunos aseguran que parece una estrategia de la casa real inglesa, puesto que en otras oportunidades ninguna de las figuras femeninas vinculadas a la realeza británica había pasado tanto y tan seguido por situaciones similares. Bunte ha titulado la noticia como «Escandaloso Desnudo» y el diario Daily Express asegura que la imagen circuló por las salas de redacción de muchos medios esperando a la mejor oferta. ¿Tomará la casa real británica medidas para evitar que este tipo de eventos bochornosos sigan ocurriendo? Eso estará por verse.