Windows XP, el sistema operativo que representa al 30% de los usuarios de PC en el mundo, dejó de recibir soporte técnico a principios de abril y esta semana los usuarios se encuentran bajo una seria amenaza debido a un malware propagado a través de Internet que tiene como blanco de ataque principal al navegador creado por Microsoft.
Heartbleed, un ataque cibernético que puso en jaque la seguridad de los principales gobiernos y portales del mundo hace algunos días, sigue siendo noticia. Aunque se han corregido las fallas que propiciaron la brecha para que los hackers pudieran tener acceso a información confidencial, los distribuidores del software OpenSSL siguen advirtiendo de los riesgos que se corren, en especial para aquellos usuarios que trabajan con sistemas operativos o navegadores obsoletos.
Internet Explorer se encuentra en riesgo desde la versión 6 hasta la 11. El fallo puede venir embebido en un correo electrónico a través de unlink de descarga o de una imagen a la que hay que acceder mediante un click. Una vez que el usuario acepta el contenido, se inicia la descarga de un malware que permite que el ciberdelincuente tenga dominio pleno de la computadora. Si el usuario además ingresa al sistema desde la cuenta de un administrador, el hacker tendrá el contro absoluto.
Microsoft advirtió a los usuarios que algunas versiones de Windows Server permiten que Internet Explorer se ejecute desde un modo restringido y de esta manera las probabilidades de ser víctima del ataque son sensiblemente menores.
Symantec hizo énfasis en las amenazas que corren los usuarios de Windows XP. La compañía de Bill Gates insiste en que todas aquellas personas que aún trabajen sobre este sistema operativo deben actualizar sus equipos a la versión Windows 8, aunque esta decisión, en la gran mayoría de los casos, también obliga a los usuarios a adquirir procesadores y equipos de escritorio mucho más modernos.
