Tener una noción de continuidad y de progreso es de suma importancia para disfrutar plenamente el mundo que nos rodea, evitando que los problemas de tu vida te detengan

Puede resultar una complicada paradoja: tener claras opiniones y puntos de vista sobre todo lo que te rodea, convencidos, además, de que tienes la razón, pero no tienes la más mínima idea de qué hacer con tu propia vida.

Establecer un plan de vida es interesante ya que te permite encontrar algo que puedes entender a pesar de que todo a tu alrededor cambie con el tiempo. Pero claro, en algún momento surgirán crisis que harán que tu plan de vida pierda sentido.

El psicólogo Danilo Diazgranados sostiene que estos periodos de incertidumbre no tienen por qué detener la idea de tener objetivos y estrategias para cumplirlo, simplemente exige crear un nuevo plan de vida.

Además, esto te ayuda entender que cualquier momento es bueno para empezar un plan de vida, independientemente de la edad o las vicisitudes que puedas tener.

Aquí te explica qué pasos hay que seguir para crear un plan de vida a la medida de tus metas.

Analiza tus expectativas de vida

Lo primero que debes hacer es analizar cuál crees que puede ser un margen de cambio realista acerca de tus condiciones de vida. Si te obsesionas en objetivos alcanzables sólo siendo multimillonarios, por ejemplo, solo te hará caer una y otra vez en la frustración.

Determina tus valores

Ningún plan de vida prosperará si va en contra de tus valores. Se debe tener claro cuáles son aquellos a los que se les concede mayor importancia. Para ello, lo mejor es hacer una lista en la que consten los principales valores que consideres relevantes, y luego ordénalos según su importancia.

Establece tus necesidades

Piensa en aquello que más te llena, no solo tus deseos del momento, sino aquellos objetivos generales que crees que pueden abarcar un gran proyecto vital.

Haz lo mismo que en el paso anterior: realiza un listado de necesidades y ordénalas priorizando las que sean más relevantes para ti. Quédate con un máximo de tres de ellas, dado que, si tratas de aspirar a varias, posiblemente no puedas involucrarte demasiado en todas ellas.

Por otro lado, piensa que las mejores metas son las que involucran la felicidad de mucha gente, ya que su huella permanece durante más tiempo y de manera más estable.

Crea cadenas de acción

A partir de tus objetivos y valores, desarrolla una serie de cadenas de acciones que te lleven de la situación presente a tus metas. Es decir, busca la manera de ir de lo abstracto a lo concreto, las estrategias y métodos que te pueden llevar a donde quieres estar a varios años.

Una buena manera de hacerlo es pasar por varias capas de abstracción, generando objetivos generales y luego construyendo subobjetivos a partir de ello.

Otro punto a tener en cuenta es la fecha límite para hacer que tu compromiso con el plan de vida aumente.

El rol de otras personas en tu vida

Sería un error realizar un plan de vida sin tener en cuenta al resto de las personas que nos rodean. ¿Quieres alejarte de ciertas influencias negativas? ¿Te gustaría pasar más tiempo con aquellos a quienes quieres y aprecias? ¿Cómo combinarás eso con tus objetivos?

Aplica y monitoriza tu plan de vida

No es suficiente con llevar a cabo las acciones necesarias para ir desarrollando un plan de vida. También hay que seguir controlando que esos objetivos tengan un sentido. El simple paso del tiempo y tu propio proceso de maduración y aprendizaje hace que estas necesidades puedan cambiar de manera espontánea, y por eso es necesario estar alerta para no continuar ciegamente con esos planes.