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Acuerdos con Mercosur, México y Chile centran la reunión informal de Comercio de la UE

Los ministros de Comercio de la Unión Europea, bajo la presidencia de turno de España, se reúnen este viernes en Valencia para abordar cómo acelerar los acuerdos comerciales que el bloque comunitario tiene pendientes con Mercosur y también las vías para modernizar los que mantiene con México y Chile.

Durante la reunión, los ministros europeos analizarán también el papel que la política comercial puede desempeñar a la hora de minimizar los riesgos derivados de las interdependencias económicas, además de examinar cómo maximizar los beneficios de la apertura económica de la Unión a otros mercados.

«América latina es un socio fundamental y fiable para la Unión Europea, por lo que es prioritario cerrar acuerdos comerciales con esta región para incrementar la diversificación y resiliencia de las cadenas de producción», han señalado fuentes de la presidencia española de turno de la UE.

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En esta cita, presidida por el ministro de Industria y Comercio en funciones, Héctor Gómez, los responsables europeos de Comercio debatirán sobre las últimas dificultades que han surgido en la recta final del acuerdo con Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).

A ese respecto, el vicepresidente ejecutivo de la CE Maros Sefcovic ha asegurado este miércoles que Bruselas aspira «a completar acuerdos comerciales ambiciosos con Australia, México y Mercosur para finales de este año».

Nuevos requisitos medioambientales -que no forman parte del acuerdo general con Mercosur- son exigidos ahora por algunos socios europeos (Francia, Países Bajos o Irlanda) y el Parlamento Europeo (PE), tras la aprobación de un nuevo reglamento comunitario sobre deforestación, y han convertido en papel mojado una negociación que aparentemente se cerró en junio de 2019 tras dos décadas de negociaciones.

Aunque entonces las partes dieron su visto bueno al acuerdo, la parte europea percibió posteriormente la amenaza competitiva que el pacto podía suponer para su agricultura y la posibilidad de que el auge agrícola y ganadero en los países Mercosur (todos con un sector agrícola importante) amenazara aún más a la Amazonía y a esos sectores europeos.

Así, Bruselas planteó este año un anexo al pacto en el que pide más compromisos con los acuerdos climáticos y llega a plantear la posibilidad de «contramedidas» como último recurso, lo que llevó a Mercosur a rechazarlo en septiembre.

Ese último escollo del acuerdo, aún pendiente de ratificación por los parlamentos nacionales y la Eurocámara, ha llegado en forma de ultimátum por parte de Paraguay y de su presidente, Santiago Peña, que ha puesto como fecha límite para cerrar el pacto el 6 de diciembre, cuando Asunción asumirá la presidencia temporal de Mercosur.

Peña ha insistido en que si en esa fecha el pacto con Europa no está cerrado, el bloque suramericano se retiraría y se centraría en negociar acuerdos comerciales con países asiáticos como China o Singapur, e incluso con Emiratos Árabes Unidos, entre otros.

Este controvertido acuerdo es considerado como una oportunidad estratégica para europeos y suramericanos, además de conllevar la capacidad de convertir a los Veintisiete en una potencia mundial con más vínculos y mayor presencia en la región que el vecino del norte, Estados Unidos, y un gran competidor como China, cada vez más presente en Latinoamérica.

Un estudio del Real Instituto Elcano indica que «de llegar a buen puerto, la UE tendrá acuerdos con un 94% del PIB de América Latina, comparado con un 44% de Estados Unidos y un 14% de China», y convertiría a Latinoamérica «en un actor de primer orden» en este ámbito.

Su entrada en vigor creará un mercado de casi 800 millones de habitantes y permitirá a los exportadores europeos ahorrarse en torno a 4.000 millones de euros anuales en aranceles.

También está pendiente de firma y ratificación el pacto de libre comercio que la Unión tiene con Chile, al igual que ocurre con los concluidos con otros socios de economías avanzadas y de mercados emergentes masivos.

En diciembre pasado, la UE y Chile, después de cinco años de negociaciones, anunciaron su pacto para modernizar el que ya rige sus relaciones comerciales, que está vigente desde hace dos décadas.

Según el texto pactado, el 99,9% de las exportaciones de la Unión hacia Chile estarán libres de aranceles, mientras que este país obtendrá la liberalización del 96,5% de los productos que exporte al club comunitario.

En el caso de México -el puente para la UE entre América del Norte y del Sur y también entre países industrializados y en desarrollo-, ambas partes llegaron en 2018 a un principio de acuerdo para modernizar un pacto que estaba vigente desde 2000 para el comercio de bienes y de 2001 para el de servicios.

Las negociaciones para modernizar ese pacto comenzaron en 2016, alcanzaron un acuerdo en 2018 y finalizaron dos años después. Ahora está pendiente de la ratificación definitiva.

Este pacto comercial ha convertido a la UE en el tercer socio comercial de México, según datos de la CE, que también indica que el bloque comunitario se mantuvo en 2021 como el segundo inversor neto en México con 6.900 millones de euros (el 24,6% del total neto de la inversión extranjera directa), sólo después de EE.UU.

El acuerdo modernizado eliminará en la práctica todos los aranceles sobre los productos agrícolas no liberalizados en el pacto vigente, simplificará los procedimientos aduaneros o ampliará, entre otros, el acceso a los mercados de contratación pública.

A principios de octubre, durante un debate del pleno del PE en Estrasburgo (Francia), la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, urgió a completar procesos de firma y ratificación pendientes, ya que, a su juicio, ello pone en juego la «credibilidad» europea.

Pendientes de ratificar están también los acuerdos que la CE, única responsable de las negociaciones comerciales de la Unión, ya ha concluido con Nueva Zelanda, en tanto que falta la firma para los cerrados recientemente con Chile y Kenia.

También están por finalizar los pactos con Australia e Indonesia, y están en proceso de negociación con Tailandia y la India.

Los ministros europeos también debatirán cómo reforzar las relaciones comerciales bilaterales con socios estratégicos, como es el caso de la India, uno de los mayores mercados del mundo, y un país con el que Bruselas reanudó en junio de 2022 las negociaciones para cerrar un acuerdo de libre comercio.

EFE

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