Medios de comunicación social de todo el mundo se han hecho eco del escándalo de corrupción que enloda a la FIFA. Joseph Blatter dejará la presidencia del ente rector del balompié internacional tras su reelección, el pasado 29 de mayo.
Blatter sorprendió al mundo al anunciar su dimisión cuatro días después de haber contado con el visto bueno de la mayoría de las federaciones. El dirigente acumula casi dos décadas al frente de la FIFA y ha sido cuestionado por estar presuntamente involucrado en lavado de dinero y cobro de sobornos.
Estados Unidos solicitó a Suiza la detención de varios dirigentes de la FIFA, entre ellos el presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, Rafael Esquivel, quien podría ser deportado a Norteamérica para enfrentar a la justicia. Sus cuentas bancarias fueron congeladas y sus bienes, valorados en 4,5 millones de dólares, están en la mira.
Prensa especializada afirma que Estados Unidos emprende una investigación federal contra Blatter. El dirigente ofreció una rueda de prensa en Zúrich en la que informaba sobre su renuncia, sin dejar claro si se separaba del cargo para facilitar las investigaciones. Al igual que Esquivel, corre el riesgo de deportación a Estados Unidos y ser imputado por diversos delitos.
