Investigaciones recientes demuestran que las nuevas tecnologías podrían generar efectos negativos en el ser humano, por el uso de ciertos dispositivos como los teléfonos inteligentes, los cuales podrían perjudicar la salud y afectar la evolución en la postura del cuerpo.

La compañía de telecomunicaciones TollFreeForwarding.com desarrolló un modelo que revela cómo podrían evolucionar en el futuro las características físicas del ser humano obsesionado con las tecnologías.

A través de una representación gráfica, llamada Mindy, se puede ver cómo el uso de forma continua de dispositivos electrónicos crean un impacto relevante en la forma de sentarse, desarrollándose una espalda encorvada y un cuello más corto.

Caleb Backe, experto en salud y bienestar asegura que pasar horas viendo
hacia abajo puede deformar el cuello y hacer perder a la columna vertebral su equilibrio.

Una observación más profunda de Mindy muestra cambios anatómicos en los brazos, una garra de texto, un segundo párpado y se cree que a nivel mental podría generar individuos más ansiosos y estresados.

Los cambios antes mencionados se podrían ver reflejados en los humanos a raíz del uso excesivo de la tecnología a partir del año 2100.