A la cuarta fue la vencida… ¡Guaros de Lara se coronó Campeón de la LPB! Lo hizo anoche tras derrotar con un amplísimo marcador de 100-72, en un abarrotado Domo Bolivariano de Barquisimeto, a unos Marinos de Anzoátegui que nada pudieron hacer ante el poder del conjunto crepuscular y el calor hirviente de su fanaticada.
El partido, sexto de la Gran Final de la LPB, fue un repaso larense que, sin embargo, no empezó del todo bien para los locales: Marinos supo controlar el primer cuarto y llevárselo con pizarra de 23-21… ¡Y eso fue todo! El resto del choque fue Guaros siendo Guaros, logrando apabullar a su rival en los periodos subsiguientes (33-18, 21-16 y 25-15) y terminando de sellar una contundente victoria (¡100-72!) que le otorga la primera corona nacional en su historia.
Zach Graham fue el mejor del choque por los crepusculares al anotar la bicoca de 18 unidades. Le siguieron muy de cerca Nate Robinson, quien marcó 17 puntos, y Luis Bethelmy, que hizo lo propio con 15 tantos (Lazar Hayward fue otro que destacó con sus 11 puntos)… ¡Y hablando de Robinson!: el estadounidense fue electo como el MVP de la Gran Final por su enorme y constante aporte a la causa de los dirigidos por el coach Guillermo Vecchio.
Sí: ¡La primera corona!
Efectivamente, la conseguida anoche es la primera corona nacional alcanzada por Guaros… Y es que desde su fundación, 14 años atrás, Lara nunca había podido alzar un título de la LPB. Ni arrancando como franquicia, ni hace un lustro cuando el equipo fue adquirido en propiedad por su actual presidente, Jorge Hernández Fernández.
Y no por falta de intentos, evidentemente: Antes de la de este año, ya Guaros había disputado un total de tres finales (2005, 2006 y 2015), solo que en todas ellas cayó derrotado por rivales como Trotamundos de Carabobo y los mismos Marinos de Anzoátegui… Sin embargo, la historia está para reescribirse y hoy día Lara puede presumir de ser un flamante Campeón de Venezuela.
Esta corona local recién lograda, por cierto, estará pasando a engrosar una llamativa vitrina crepuscular que ya cuenta con prestigiosos galardones internacionales como, por ejemplo, dos Ligas de las Américas y una Copa Intercontinental.
