Bastante se ha hablado, y con total justicia, sobre los beneficios que brinda la tecnología biométrica al sector de la seguridad. Eso es innegable. Sin embargo, esta revolucionaria ciencia está diseñada para rendir mucho más allá, y es por eso que un área tan específica e importante como la salud también se ha visto favorecida con ella.
Según Ramiro Helmeyer, experto en seguridad y blindaje, la biometría está siendo introducida en el sector salud como un factor clave a la hora de garantizar la validez de los valores reflejados en distintos estudios médicos especializados, principalmente los que no presentan marcadores biológicos predeterminados.
¿Qué significa eso? Que la biometría ayuda a simplificar diagnósticos precoces complicados gracias a su capacidad de estudio y evaluación de las características cognoscitivas de tal o cual individuo-paciente en particular a través de distintos análisis corridos y procesados en ordenadores, brindándole al médico o especialista la oportunidad de obtener resultados más confiables.
Claro, el tema de la ‘seguridad’ no se desprende en este sentido pues, como indica Ramiro Helmeyer, eso es (precisamente) lo que brinda la biometría en materia de solución a la hora de identificar al individuo-paciente y su particular y muy específico caso.
Igualmente está el hecho de que esta tecnología sirve, y mucho, para resguardar y preservar la integridad de la identidad de los pacientes, para registrar datos más eficientemente, para tener mayor control sobre fraudes médicos, para reducir potenciales robos de medicinas y utensilios, etcétera.
