La época de máxima facturación de los comerciantes ha llegado, el conocido Black Friday se celebra no sólo en los Estados Unidos, también otros países del mundo han querido sumarse a este fenómeno, tal y como en algún momento lo hicieron con festividades como el Halloween, por ejemplo.

Sobre el Black Friday se tejen cientos de especulaciones: que los artículos que gozan de grandes descuentos son defectuosos, que jamás verás piezas de las colecciones más recientes pasar por las grandes ofertas y que marcas como Apple o Nintendo, que son declaradas enemigas de las “gangas”, no bajarían el precio de sus exclusivos productos de no ser porque hay algo sospechosos en ellos.

Todo esto pueden ser meras especulaciones, pero lo que sí es cierto, y lo han demostrado los compradores con hechos, es que los precios de los artículos fluctúan en los días cercanos a las compras multitudinarias, haciendo rabiar a más de uno. El secreto de algunos marketeros está en subir, para luego bajar.

Electrodomésticos y productos en general, pueden sufrir una inesperada alza en sus precios las semanas antes al conocido Black Friday, para que cuando llegue el momento de abalanzarse sin tregua sobre las compras navideñas, su costo parezca una cifra irrepetible. Este viejo truco ya no engaña a todos, en especial a aquellos que gozan de buena memoria y que, ya prevenidos por chascos pasados, difunfen en las redes sociales la variación de precios de una fecha a otra. Una gran #Fail para los marketeros y retailers.