El ex capitán del Real Madrid se ha acostumbrado rápidamente a su nueva vida fuera del vestuario del club del Santiago Bernabéu. Una partida que vaticinó mucha nostalgia e injusticia, se ha convertido ya en un capítulo cerrado en la vida del portero, que comienza a recuperar la tranquilidad y la confianza que sus últimas temporadas con el conjunto merengue le habían arrebatado.

Con un estadio a reventar de espectadores, el Oporto se alzó sobre el Guimaraes sin problemas y Casillas hizo parte de esa victoria con oportunas intervenciones. El marcador finalizó con un resultado de 3 a 0 para el Oporto y la oportunidad más clara del equipo contrincante se presentó en el minuto número 50, con un remate del delantero portugués Álex.

Los que parecen no acostumbrarse a la marcha de Casillas son sus padres, que en una oportunidad aseguraron que era injusto que su hijo, que se había cubierto de gloria en múltiples ocasiones, ahora estuviera jugando para un equipo que denominaron “de segunda categoría”. Estas declaraciones, cuando se hizo oficial la partida de Casillas de La Liga española, fueron comprometedoras para el guardametas con su nuevo club.

Íker Casillas ya logró zafarse del drama que supone la portería del Real Madrid, pero ahora hay nuevos actantes involucrados en la tragedia: Keylor Navas, que parece el favorito para tomar la titularidad; Kiko Casilla, que llegó para sustituir al ex capitán del equipo, y que posiblemente permanezca en el banquillo con eventuales apariciones en La Liga; y David De Gea, la gran promesa que vendría desde el Manchester United, pero cuyo fichaje ha terminado en una complicación que aún no tiene resolución clara.